sábado, 13 de octubre de 2007

A mis papás.

Al principio no era nada,
pequeño, indefenso,
y vosotrois fuisteis mi hada,
con vuestro cariño hogareño.

Protegísteis mi camino
aguantando mis errores
siendo injusto como el niño
que no entiende de dolores.

No hay orgullo para padres
que aman de corazón
todo es bueno y todo vale
si se hace con amor.

Cobijado en vuestro abrazo
fui creciendo sin temores
convirtiendo poco a poco
al pequeño niño en hombre.

Las tornas ahora han cambiado
y sois vosotros vulnerables
ahora yo voy a cuidaros
contra todo y contra nadie.

La ternura que ahora siento
no es comparable con nada
vuestra sonrisa es como el viento
que barre la sabana,

que reina con su cadencia
sobre árboles y ramas
que alimenta con su existencia
lo más profundo de mi alma.

Repaso esas viejas fotos
con nerviosismo y reverencia
recuerdo tantos días hermosos
simpre rodeado de vuestra presencia

Y una sonrisa grande y sincera
escala hasta mis labios
recordandome altanera
que sonreir es de sabios.

2 comentarios:

Mariel Ramírez Barrios dijo...

Qué maravilla, haber tenido ese amor y que ellos puedan leerte.Abrazo,guapísimo!

malabarista infernal dijo...

No creo que lo lean, tienen cierta alergia a la tecnología, pero me hace mucho bien sacarlo
un abrazo oceánico