martes, 31 de marzo de 2009

De regreso (III)

Ayer bajé al centro. Como hacía frío como para andar todo el Paseo Zorrilla, cogí un autobús, que para los parámetros locales estaría atestado, pero en comparación con el Transmilenio/transmi-lleno bogotano, aquello estaba vacío. ¡Tenía espacio para mi y todo!
Luego al llegar al centro, me extrañó. Había mucha gente en el centro, pero toda en tránsito. No estaban en la calle "estando" sin más. Y nadie vendía nada en la calle según pasabas. Y de nuevo esa sensación de tener espacio propio alrededor, sin ruido. Al llegar a la Plaza Mayor, conté cuatro palomas en total, y entonces me di cuenta. El suelo. Estaba muy limpio. Demasiado. Como reluciente, se diría que se podría comer en él. Desde entonces, me he pasado observando el suelo en las diferentes partes de la ciudad, y es tan liso, tan limpio que no me había dado cuenta antes o se me había olvidado.
Y de repente me doy cuenta que se puede respirar, que el aire huele demasiado bien, incluso cerca de la vía. Después de todo, no pasaban tantos coches. Y todo era tan ordenado. Tan ordenado que parecía estar descolocado.

En fin, como decía mi padre cuando ibamos a la montaña, 'ten cuidado no te intoxique el aire puro'. "Menos mal" que para el fin de semana estaré de nuevo dos mil y pico metros de altura, en una de las ciudades más bulliciosas y contaminadas del planeta. De vuelta en el centro del lago de la luna.

lunes, 30 de marzo de 2009

Seguridad Avianca

En el vuelo de Bogotá a Cartagena, antes de despegar la azafata se dirige a los siete que estamos sentados en ventanilla de emergencia:

- Buenas tardes a todos, minombreesElianaPerez y con gusto les doylabienvenida a este vuelo [..] - dice de carrerilla, a una velocidad creciente sólo superada por Scatman John. - Ustedes están sentados en una ventanilla de emergencia y debendeseguir lasinstruccionesdeseguridaddelfolletínenelbolsillo del respaldoenfrentedeustedes. Ademáshayunaseriederestriccionesparaqueustedessepuedansentaraquíyseguirnuestrasinstruccionesen casonecesario...

Se frena en seco y ya sólo se dirige a mi:
- ... como hablar español. ¿Usted habla español?
- Sí- respondo
-... español perfecto...-y me sigue mirando, acusatoriamente.
- Sí, sí, claro.- respondo con determinación
- ¿Está seguro? .
- ...¡¡soy español!!
- ah, perdone


Gente en La Patagonia

Eduardo: Eduardo es el hostelero que me ha acogido durante dos noches en el pueblo de El Calafate. El Calafate es famoso porque está a apenas 80km de la entrada al Parque Natural de los Glaciares vertiente Sur, donde se encuentra el Perito Moreno. Me llevó a su establecimiento un simple cartel en la puerta que indicaba que la noche valía 30 pesos, y él, chistoso, cuando el siguiente huésped en llamar a la puerta le preguntó "¿es cierto lo que dice en la puerta no? ¿son 30 pesos?", él respondió "Ah! pone 30! Pensaba cobrarte 20, pero ok, lo dejamos en 30". Eduardo lleva un año viviendo acá abajo, y nos acaba de agasajar con un asado made in Patagonia tremendo. Se ha preocupado mucho por ayudarme en conseguir el vuelo que me lleve a Usuhuaia, y me recomendó el Hostel de su hija en Chaltén para mi estancia en esa localidad.

Óscar: Óscar ha sido mi confidente en Chaltén. El Chaltén está situado a unos 210 km de El Calafate hacia el norte. Cerca de Chaltén se encuentra el Cerro Fritz Roy, imponentes 3200m de altitud en el Parque Natural de los Glaciares vertiente Norte. En el establecimiento de Óscar he cenado unas sabrosas empanadillas las dos noches que he estado allá, rodeado de un frio glaciar valga la redundancia. Óscar lleva casi dos años con la panadería funcionando, y su conversación ha sido amena e interesante, nos fundimos en un abrazo de despedida.

Isa: Isa es canaria, lleva viajando dos semanas y todavía le quedan tres semanas. Coincidí con ella en el viaje de El Calafata a Chaltén y nos cruzamos durante la caminata de ocho horas por la zona de los glaciares. Se ha cogido un permiso sin sueldo en su empleo en Oxford. Estudió Ciencias del Mar y su intento por trabajar en lo que le gusta la llevó a UK hace ya unos años. Me ha dejado un artículo de Fernando Savater sobre la Patagonia que debo mandar a su tía de vuelta en España... la pobre no me conoce, pero haré lo posible por enviárselo.

Frauke: Frauke es alemana, de Stuttgart. Lleva viajando seis meses entre Asia y Argentina, aprovechando un parón entre un trabajo y el siguiente. Los dos tenemos curiosamente la misma cámara, una Canon 450DS, pero como me dijo mi profesor de fotografía, el tamaño sí que importa, y su objetivo 18-200 era mi envidia para poder fotografiar el glaciar desde la distancia a la que nos encontrábamos. Compartimos autobús para llegar al glaciar Perito Moreno, y luego cada uno siguió su camino.

Amparo: Amparo es de Castellón y vive en Barcelona, curiosa coincidencia con mi amiga Blanca. Lleva viajando cuatro meses por Argentina, decidió dejar su trabajo para pegarse este viaje, "decisiones que hay que tomar en la vida" me dice. Coincidí con ella en Calafate antes y después de mi viaje a Chaltén.

Carolina: Carolina es chilena, coincidí con ella en Chaltén y salimos a tomar una cerveza. Al principio parecía interesante, se vino a la Patagonia para un viaje de una semana y al llegar al final decidió perder el vuelo y quedarse por aquí otra temporada, subiendo poco a poco en autobús camino de Santiago de Chile. Al final resultó un poco pesada, me entró el sueño y me fui al hostel a escuchar música.

Pierre: Pierre ha sido mi compañero de habitación en Chaltén, un chico francés (seguro que ya lo habíais deducido) que lleva viajando con su novia desde septiembre, primero como voluntarios cerca de Cuzco y luego conociendo varios países. Un chaval super agradable.

Pero acá la noticia del dia es de forma ineludible el 4-0 de la selección argentina a Venezuela en el debut oficial de Maradona como DT.



domingo, 29 de marzo de 2009

Pueblo

Serpenteando por las calles de La Candelaria, entre cuadros de Botero y Alejandro Obregón, una visita a la mansión del úlltimo virrey,  y un café en un JuanValdez, así termino en el primer restaurante que visité en el centro de Bogotá, una tabernilla anaranjada con vistas a los cerros. Y ahí termino también "la Mala hora", y empiezo a pensar, con la memoria colectiva de mi familia, en ese Macondo que se sentía en todos los pueblos de Castilla - no tan diferentes en la esencia- y en todos los personajes que toman parte de una trama donde el protagonista es el propio pueblo y de fondo, las heridas de la guerra civil. El cura, el doctor, el alcalde, la policía, las damas católicas, la viuda, la otra viuda, el terrateniente, el ganadero, etc. 
Tal vez este podría haber sido un relato ocurrido en un pueblo maragato, y mi madre podría haber sido la autora.  La animaré a que escriba algo. Mientras, aquí dejo una de sus poesías de su cuaderno y sus papelotes, que rescaté hace unos meses en Google Docs.

Castilla
A horcajadas sobre el llano
castillos y catedrales
dibujan siluetas negras
contra el rosa de la tarde.
Silencio de las acequias,
oscuros ya los trigales.
Un rayo que mantenía
rotos de luz los cristales
se oculta en la lejanía.
Silencio llama a silencio,
¡silencio... que se hace tarde!

sábado, 28 de marzo de 2009

plaza Kolonvia

Un perro muerto en un escalón. Gentes sentadas mirando. Algarabía desde la Séptima. Excrementos de paloma que riegan toda la escalinata, y sobre la plaza, todas las palomas del mundo juguetean con los turistas y los pícaros que les hacen fotos en estampida. 
Más allá, cerca del capitolio guardado por militares con el escudo de gala, se asienta la enésima sentada. Desplazados por la violencia, acampan bajo sombrillas y plásticos para guarecerse del sol escondido. Reclaman derechos humanos al gobierno nacional, y éste, puedo suponer, mira a otra parte. Un turista les hace fotos; mientras, las palomas, de aspecto insalubre y desplumado, cacarean a sus anchas por la Plaza de Bolívar.



El golpe

El policía me está diciendo que tome el otro extremo de la cinta métrica. Yo ya tengo bastante problema con el acento, como para que encima me metan prisa, y más un policía bogotano con pinta de extraviado, que sabe de sobra que ha metido la pata. Le respondo que "ya va" con el español mas cortante que me sale, y me pongo a pegar uno de los extremos de la cinta contra la llanta del coche de Carlos, mientras éste sigue discutiendo con el taxista, y Jose Luis mira la escena unos pasos más a trás en la acera, divertido. El policía hace como que toma las medidas que separan las ruedas de los dos coches de la  acera, como mi presta -ironía, es mas bien reluctante- ayuda. Para complicar más las cosas, un autobús llega por el único carril que el estropicio ha dejado franco. Pero no cabe, por unos centímetros, el taxi empotrado contra el coche de Carlos no le deja paso. Se empieza a formar un atasco increible, y ya solo falta que se ponga a llover.


Diez minutos antes habíamos dejado atrás las calles empinadas de la Candelaria para escalar por la ladera del Monserrate. Bajo la ventanilla, hace calor dentro del coche, y además, quiero ver las vistas. Las luces de Bogotá titilan en el crepúsculo que según dicen, en estas latitudes es muy breve, y en seguida da paso a la noche. Los "dos mil seiscientos metros más cerca de las estrellas" del Distrito Capital confunden,  a uno se le olvida pronto que está en el trópico. Bogotá es fresca, el aire huele a humedad, a lluvia recien caída, y hay más nubes que sol. 
Los edificios del Centro Internacional surgen picudos sobre el mar de luces según vamos bordeando , a media altura el cerro, rodeando el valle para bordear la ciudad y tomar otra entrada. Jose Luis me va contando cosas de la ciudad y sus edificios, y Carlos conduce, y a veces añade comentarios. 
Entramos a la maraña de tráfico. Sorteamos lo que parece un cauce del Transmilenio, giramos, y zas, un policía nos detiene. Pensé que era una parada rutinaria, pero no, por lo visto Carlos se ha saltado el semáforo. A juzgar por la cola de coches parados a la derecha contra a la acera, no es el único. Un taxista está protestando porque el semáforo no se veía, y entre todos los parados, parece que hacen suficiente presión para que nos dejen continuar. El policía nos dice a los dos a la vez, al taxista y a nosotros, que marchemos, y nos da indicaciones para despejar el carril derecho. Consecuencia: en una maniobra inverosimil, el taxi termina encajonado contra el lateral izquierdo de nuestro coche. 
Presionado por el atasco que está formando el autobús y la desgana del policía que se sabe responsable, Carlos al final cede y decide mover los coches a una calle lateral y con esas, el policia ya no se hace responsable del acuerdo que alcancemos con el taxista. Al parecer al taxista acaba de vencerle el seguro justo hoy -qué casualidad-, y aquí en Colombia además no hay cobertura de daños a terceros obligatoria, y corre por cuenta de cada uno. El taxista dice que no tiene plata, no tiene un duro, y termina dando a Carlos unos 30 000 pesos (unos 12 euros) para los arreglos, de los cuales le pide de vuelta 10 000 para gasolina, si al caballero no le importa. En todo esto, ni rastro del policia que sigue dos pasos más allá a lo suyo: parando desprevenidos que no han visto un semaforo camuflado. 

Moraleja: los taxistas y los policias son iguales en todas las partes del mundo. 

viernes, 27 de marzo de 2009

Cartagena negra

Ya de nuevo en el aeropuerto de Cartagena, de regreso a la sabana. Acabo de comprarme un libro de un escritor colombiano, que no es Garcia Marquez para variar, y la vendedora me ha prometido que me encantará, avalado por un premio UNESCO por la forma en que trata la esclavitud negra en esta parte del Caribe.
Ahora recuerdo cuando llegué hace un par de días; la travesía del taxi desde el aeropuerto hasta Bocagrande, discurriendo por las curvas que a un lado dejan un agitado mar de las Antillas, y a otro la plaza fuerte y murallas de la ciudad vieja. Ese trayecto me recordó de repente -ahora sí- a un cuento de Marquez que narra una escena en la vieja Habana donde un coche se estampana contra una casa colonial en un paseo ciertamente muy similar al que mi taxi recorría. Ahora sé en que se inspiró García Marquez para detallar esa escena. Sin haber estado en Cuba, presiento que La Habana y Cartagena guardan parecidos: el calor y la humedad, la gastronomía caribeña, la arquitectura colonial - con sus mansiones amarillo américa, de paredes resquebrajadas, tejados hundidos sobre la vista desde el baluarte-, el mar cálido, el acento caribeño, y como no, la gente negra.
"Los negros mataron a todos los españoles, eh?" me dice un barranquillero de ascendencia árabe sobre uno de los muros de la ciudad fortificada. Es el único sitio donde la brisa del mar hace que se pueda estar a esas horas. Y tiene razón, quitando los turistas, apenas hay "mestizos" colombianos, ningún blanco.
"She lo tendrian meresido shin duda", le digo, imitando el acento de los paisa, que me resulta más fácil que el costeño. "Pero no, man, hushlleron a Antioquia. No vesh que todosh shon blancosh en Medashllo?"
El gesto de su cara corrobora que los del interior y la costa tienen mundos separados y normalmente no se mezclan fácil.
Con esa reflexión en mente, después me bajo de la muralla a la Ceiba en frente de la torre del reloj, a probar diferentes combinaciones de jugos de frutas tropicales que nunca conocí antes, como guayaba, tamarindo, borojó, guanaba, lulo...

jueves, 26 de marzo de 2009

A las madres de mayo

24 de marzo de 1976. El general del Ejercito Jorge Rafael Videla llevo a cabo un golpe de estado en Argentina, un golpe de estado de los de verdad, mas alla del tricornio y del "quieto todo el mundo", poniendo fin al gobierno de Isabelina, viuda de Peron, viudo a su vez de Evita. Desde ese dia y hasta el año 1983 se paso a un periodo de brutalidad y terrible depresion, en la que las fuerzas de seguridad recorrian el pais torturando y asesinando a todos aquellos izquierdistas no afines al poder. Este periodo se conoce como la guerra sucia, y se calcula que alrededor de 30.000 personas desaparecieron, muchas de las cuales acabaron en el fondo del oceano Atlantico, tal y como relato el antiguo capitan de la Marina Adolfo Scilingo en el libro El vuelo, de Horacio Verbitsky.
Fruto de la desesperacion de ver a sus hijos desaparecer, en 1977 un grupo de 14 madres se manifesto en la bonaerense plaza de Mayo, donde reside la Casa Rosada y las oficinas de la presidencia de la Republica Argentina, para reclarar informacion sobre sus hijos, dando origen a un movimiento que todavia hoy congrega a centenares de personas cada jueves en la busqueda de los culpables de aquella masacre.
El destino ha querido que precisamente 33 años despues de aquel 24 de marzo me encuentre en Buenos Aires, simplemente viendo los preparativos de lo que sera por la tarde la manifestacion popular en recuerdo de las victimas de aquella matanza, al igual que el mismo destino me permitio estar en La Paz el dia de la manifestacion por una nueva constitucion que refundara Bolivia. En el cruce entre 9 de julio y 25 de mayo he conocido a Conchi. Conchi es de Barcelona, tiene 86 años y segun me dice lo unico que tiene que agradecer a dios es haber conocido a su marido. A los 34 años emigro a Buenos Aires por 3 meses, y lleva aqui 52 años, porque segun me cuenta Argentina le dio la oportunidad que no le otorgo su pais. Despues de hablar un rato con ella, le pido que se haga una fotoconmigo. Ella orgullosa me dice que encantada, y coqueta me pide que no mire a la camara, que nos miremos a los ojos buscando un encuentro en el tiempo, un encuentro en la distancia que nos ha tocado vivir.

sábado, 21 de marzo de 2009

Candelaria

Estaba sentado en la plaza de los Periodistas, disfrutando de las vistas impresionantes - sobre el templete con el homenaje a Bolivar, si alza como un muro vertical el cerro de Monserrate, que flanquea la ciudad antigua y arroja brumas y sombras casi todo el tiempo.


Por la plaza solo pasan los Transmilenio, o como dicen los bogotanos, "transmi-lleno", el sistema de transporte publico de autobus articulado con via dedicado, aquí no hay metro. También pasan todo el rato estudiantes, cruzando la plaza dessde y hacia el barrio colonial de La Candelaria, plagado de universidades. Creo que hay unas 100 universidades en Bogotá  (no, no las he contado, pero solo paseando vi diez). 
Llaman la atención los contrastes de esta ciudad. Fuera del centro historico la ciudad se desaparrama con edificios bajitos, por sus calles y carreras en reticula, y me recuerda bastante a Tuxtla Gutierrez, la capital de Chiapas. Más cercano al centro, el skyline de la ciudad se llena de torres de diferente modernidad. Llegando al centro, toda la ciudad bulle de gente que hace la vida en las plazas, parquecitos y en la losa en general. Esta zona, no monumental y plagada de edificios destartalados se parece a Lima, hasta llegar a la Candelaria que recuerda a las casas maragatas con sus balconadas y la madera en la fachada. Parece más una villa, un pueblin, que el centro de una ciudad moderna con más de 6 millones de habitantes.



Es una pena que no me haya alojado finalmente en la Candelaria, la maquina del tiempo que proyecta un Bogotá dentro de otro, y ese aire bohemio que se respira convence, emboba. Y la gente, mucho mas sociable, de conversación fácil -y a veces, interesante-, dados a volcarse, no sé si ya con el extranjero sólo  o es parte de la cultura nacional.  Quizás lo llegue a averiguar, y lo cuento otro día. 

viernes, 20 de marzo de 2009

Ratzinger el fascista

Leo las de declaraciones del papa Ratzinger Z durante su viaje por África, concretamente en Camerún y cito textualmente:

«el preservativo no sirve para superar el sida, al contrario, sólo agrava el problema».

Y me pregunto, ¿esa es la persona a cargo de orientar a millones de fieles por el sendero de su fe? Alguien capaz de pasarse por el forro una enfermedad como el virus del VIH que se ha llevado a más de 23 millones de personas en África y contagiado a otros 25 millones. Inaudito y vergonzoso, triste defensor de sus creencias desde un altar dorado y alejado de los problemas mundanos de millones de personas.

Para él mi máximo desprecio.



jueves, 19 de marzo de 2009

Periodismo ciudadano en las protestas por el plan de Bolonia

Quizás sobran las palabras, pero alguien debería decir a esos cafres de azul que son nuestros impuestos quien les paga su nómina, y que deberían pensar un poco antes de tales actuaciones.





Ya lo dijo Ismael Serrano, estamos atrapados en azul.

Rumbo a Bataca

Los últimos días han pasado tan rápido que en lo que me he querido dar cuenta, estoy en el aeropuerto, de repente sin nada que hacer por fin, casi aburrido, listo para empezar las vacaciones, listo para cruzar el charco una vez más. Rumbo a Bogotá, Colombia. 

Como siempre, en estas ocasiones aparecen mariposas en el estómago. Estoy demasiado acostumbrado a tener todos los dias planificados en una agenda, y saber con exactitud practicamente lo que voy a hacer cada día, o al menos, cual es el contexto en el que me encontraré. Esa sensación de no tener ni idea de cómo es el escenario de
 mañana, creo a a todos nos genera una cierta emoción, dual tal vez, de intriga, curiosidad y preocupación ligera, cautela quizás.

No tengo el viaje aun planeado, con el trajín de las últimas semanas ha sido imposiblee. Sólo tengo algunas claves:
Bolivar, Caribe, café, Nueva Granada, esmeraldas, el Oro, los Andes, la colonia, el Magdalena. Conocer Bogotá, sus museos del arte precolombino - el espejismo de Eldorado, y la historia del libertador Bolivar; el casco histórico Colonial, La Candelaria. Y luego proseguir hasta el caribe, Cartagena de Indias... y luego, ya veremos.

Tal vez,  de Bataca a Itaca. 

jueves, 12 de marzo de 2009

Levántate e inténtalo otra vez

No desesperes, si lo intentas 100 veces y no lo consigues, no te rindas, sigue adelante intentando conseguir tus objetivos.



Alicia

Izquierda es derecha y derecha es izquierda.
Todo depende del lado del espejo en el que estés.
Dos ojos para un cerebro. Dos manos dos piernas para un corazón.
20 dedos para un sexo.Un ojo para dos cerebros.
Una mano una pierna para dos corazones. Un dedo para 20 sexos.
Bajo porque sube.Subo porque baja.
Y así cada mañana.
Y así cada noche.
Cada sueño es una vida y cada vida es un sueño.
Todos los días la misma vida.
Todas las noches un sueño.
Cambian los amigos. Cambio yo.
A veces me gusto más en sueños.
Otras me horrorizo de lo que soy capaz de hacer soñando.
O de lo que hago despierta.
Mis sueños dependen de lo que hago y pienso por el día.
O quizás mi día, mi vida, está condicionada por las impresiones de mis sueños.
Recuerdo que sueño o sueño que recuerdo.

- Despierta Alicia, por favor despierta. Alicia? Estás ahí?

No puedo responder, cómo decirle que no, que no estoy aquí.

-Vuelve.

No sé volver; tampoco sé si quiero.

Música, lo que necesito es música.
Lo que quiero, o lo que necesito?
Qué fácil es confundir necesitar con querer.
Amar es querer sin necesitar.

Música, elegir lo que quiero oir me llevará tiempo, el suficiente para olvidarme de que quiero bailar. Siempre dando vueltas a las canciones, ésta ahora sí, ésta ahora no, ésta la he escuchado mil veces. Quiero algo nuevo, no, quiero algo que conozca, quiero cantar, no espera, quiero dejarme llevar por la música. Elijo una al azar, es la única manera.No, al azar no, que si no me gusta no puedo bailar con el corazón.

Postishead! Vale!

Suelto los músculos, cierro los ojos, respiro profundamente por la boca y lo hecho por la nariz, gimiendo ligeramente. Otra vez. Y ya los sonidos se funden con mi cuerpo, lo mecen, lo mueven a la deriva del deleite.

Ah, que bien todo ahora, ahora nada importa.

Espera, estás pensando, no pienses, fluye otra vez.

Respiro fuerte por la boca y lo hecho por la nariz, gimiendo ligeramente.

Keep swimmig, keep dancing Alicia.

Dos manos 20 dedos que se mueven libremente.
Dos piernas, una cadera que se contorsiona con cada ritmo.

Portishead cala hasta los huesos. Creo que son 200 los que puedo mover. Otros 600 muscúlos. El cuerpo humano, qué sarcófago más curioso en el que vivimos, nos contiene y nos impide vernos. Nos acerca y nos separa de los demás. No deja ver lo que hay dentro, y a lo que no vemos no le prestamos atención. No la suficiente.

Dos ojos que miran hacia fuera.
Dos manos que tocan, dos piernas que corren.
20 dedos que se agarran.
Un corazón que mira hacia dentro.
Una mente que se confunde; conectar fuera con dentro.
Dentro es fuera y fuera es dentro.
Todo es nada, nada es todo.
Un estómago, una soledad que lo mata.
Soledad que duermes conmigo cada noche,
que me oprimes el pecho, que me has dejado sin lágrimas.
Déjame sola, necesito descansar.

No podemos tocarnos el alma, sólo conformarmos con fuertes abrazos. Ansiedad de apretarte entre ellos. Ansiedad de que me aprieten a mí.

-Alicia, sólo puedo estar contigo si respiramos juntos, déjame respirar contigo.

Vuelvo a mi cuerpo para poder estar con Manuel.

-Manuel, qué sola estoy aquí dentro, vírgen, sin que nadie me haya tocado nunca, sin haber podido tocar a nadie todavía. Sólo a tí, amor, he llegado a rozarte , corazón con corazón.

Manuel corre hacia mí, se detiene muy cerquita, se calma, me rodea con sus brazos y siente mi respiración, yo siento la suya. Inspiramos. Expiramos. A h h h, cuánto te echaba de menos. Cogemos aire juntos. Profundo. Despacio. Lo retenemos. Lo soltamos con fuerza.

-Alicia, creí que me ahogaba, creí que te habías ido.

- Siempre estoy aquí, y al mismo tiempo nunca, ya lo sabes. El cuerpo es una cárcel y al mismo tiempo nuestras alas...no es de locos? Manuel, qué vamos a hacer.

-Mi vida, seguir transformando el aire en amor. Nuestro cuerpo es alquimia, nuestro corazón vive de ella. Tú y yo juntos podemos con todo.

Cuando Manuel canta pone tanto amor que me tiembla todo el cuerpo. ” I´M PUSHING AN ELEPHANT AT THE STAIRS ”. Le miro con los ojos llenos d lágrimas. Me mira mientras sigue cantando y pone su mano en mi sexo, sin tocarlo, dejando que sienta el calor de su energía.

- Deja que el río baje desde tu corazón, con tu respiración, sabes que eres Dios, sólo tienes que querer.

Y entonces noto como baja el torrente desde la garganta, atravesando el pecho, llenando mi estómago, acercándose a mi sexo...Los ojos de Manuel están más vivos que nunca. O son los míos? 20 yemas de dedos que tiemblan, dos piernas que flojean...Respiro profundamente, dejo de sentir mi cuerpo, no tengo músculos porque están todos relajados. Estallo en un orgasmo, lloro y veo como Manuel llora. Reímos. Estallo en otro orgasmo. Manuel me sonríe, me coje la mano y la pone en su pecho. 4 ojos que se encuentran en el infinito. Tú eres yo y yo soy tú. Su cuerpo empieza a temblar, regueros de lágrimas que bajan hasta la comisura de sus labios sonrientes. Manuel no eyacula; absorbe toda la energía de sus orgamos. Es la persona más vital que he conocido nunca.

- Joder, Manuel. Acabo de perder mi virginidad, no sabía que era tan fácil. Mi primer orgasmo sólo con amor. Sin sexo, sin soñar.

-Te lo dije, eres Dios.

Empezamos a reír como si también fueramos vírgenes en esto. A carcajadas, que salen de lo más profundo de nosotros. Nunca me había sentido tan llena, tan libre.

-Manuel, sácame de aquí, tengo tanto miedo...vámonos a casa.

-Alicia, mi amor, estando juntos siempre estamos en casa. Bajemos a la playa a dormir. Quiero enseñarte una canción con la guitarra.

miércoles, 11 de marzo de 2009

Y van cuatro

Y van cuatro. Tal día como hoy hace cuatro años me adentraba en la aventura que más ha cambiado mi vida, de hecho es una aventura que todavía no ha terminado.

Inevitable pensar en la cantidad de cosas que han pasado y han cambiado en este tiempo. Mientras pongo orden en mi cabeza, me voy a dar un paseo rumbo a la rambla y a mi clase semanal de fotografía.



Idiocia

Cada mi'ercoles una tertulia de Agust'in Garc'ia Calvo en el Ateneo de Madrid desde hace unos 10 a;os. Muchos libros y desvar'ios. Este fil'osofo y profesor de ochentaitantos merece la pena de ser escuchado. No s'e porqu'e tan poca gente le conoce.

B I E N E S T A R
Mentiras principales 24.
Echemos cuentas: bienestar es el estado en que nos hallamos la mayoría del Primer Mundo desde hace casi 50 años que el Régimen del B. se estableció en firme, tras la última Gran Guerra y la derrota de otras maneras de estar posibles: es el Régimen al que aspiran todos los que están aún escluídos de nuestra mayoría y que por tanto se encuentran mal; que se lo pasen así de mal debido a que el Rég. del B. por sus propias leyes económicas no puede consentir que se las arreglen con otras viejas maneras de ir tirando es una sospecha que se oculta bajo el esplendor.
¿Qué es lo que nos da a nosotros el R. del B. y qué es lo que por ello le pagamos? No nos va a dar el ser felices, porque eso ni Dios sabe qué es y pasa cuando ello quiere o no pasa bajo cualquier Régimen indiferentemente: nos da una cierta despreocupación de las desgracias futuras, no por el procedimiento del sermón de la montaña, “el día de mañana cuidará de sí mismo”, sino por el contrario, asegurándonos el porvenir de nuestra economía y programas de vida; y, como esa seguridad nunca acaba de alcanzarse, toda la maquinaria se mueve a esa procura interminable, y a nosotros nos suministra diversiones para entretenernos en la espera.
Lo que a cambio le pagamos es la sumisión al Régimen, el desentendernos de lo que de veras esté pasando, la conformidad con la Realidad que el R. del B. y su Ciencia nos imponen: en una palabra la idiocia, la identidad de la persona con el Capital y con su Estado: cuando esa idiocia de las mayorías alcance a ser la de todos y en todo el mundo, el Régimen reposará tranquilo para siempre. Menos mal que no.
Tales son, así a bulto, las cuentas que nos tocan. Te encontrarás todavía con muchos de la mayoría democrática que, no habiendo reconocido que esta realidad es una ilusión impuesta desde Arriba, te dirán que el hacer algo o que pase algo en contra de este Régimen de Dios Todopoderoso es una ilusión, una locura: en fin, que es imposible. Cuando alguno, lector, te diga eso, vuelve el hombro y responde sencillamente: “ Eso es lo que usted se cree”.

AGUSTÍN GARCÍA CALVO

lunes, 9 de marzo de 2009

Mind's eye

En blanco. Son las 22:00 y sigo en blanco. Es un reto enfrentarse a una página tabula rasa, sin nada que poder poner, sin nada que acuda a tu memoria, a tu mente, al mind's eye que dicen los angloparlantes. Llevo ya varios días asi, ¿será que la imaginación se acaba? Se seca como las plantas, cuando las dejas en un tiesto, olvidadas.
Según escribo estas palabras, busco en internet un equivalente español para el mind's eye, ya que no se me ocurre una expresión equivalente. Según la wikipedia, parece que el ojo mental puede tener una base científica, y que no todos los humanos tienen la habilidad de visualizar con los ojos cerrados o abiertos una escena detallada.

"The phrase "mind's eye" refers to the human ability for visualization, i.e., for the experiencing of visual mental imagery; in other words, one's ability to "see" things with the mind.
Not all humans have this ability. With eyes closed, some humans report that they can visualize, or imagine, detailed scenery that is not just a memory. Others however, cannot. These humans report that while details of visual memories can be recalled (with eyes open), the images themselves cannot be brought up, even with eyes closed"


¡Y me ha extrañado! ¿No todo el mundo puede visualizar en su mente imagenes en secuencia?

Ahora recuerdo que cuando era pequeño, creo que debía soñar despierto muchas veces para no aburrirme. Andando sobre todo, mis padres eran -son- de mucho andar, y me debía aburrir, así que me introducía en mis aventuras oníricas. De hecho, las ensoñaciones eran más vívidas al andar rápido. Era como superponer una realidad a otra, aunque no recuerdo ver la realidad cuando andaba, debía quedar en segundo plano, porque lógicamente nunca me chocaba con nada, pero tampoco era muy consciente si nos cruzábamos con alguien o no, y me interrumpían al hablarme. Y así me metía en mis propias películas para acortar los trayectos.
Lástima, creo que Piter Pan vuela más lento estos días y creo que ya no sería capaz de reproducir esas experiencias, de andar inmerso en mis películas, en esos sueños conscientes. ¿O tal vez sí y no me dé cuenta? ¡Mañana mismo pruebo!

sábado, 7 de marzo de 2009

De Regreso (II)

Sábado por la mañana, son las 11:25 y me queda poco más de quince minutos para llegar a Valladolid. Ya he probado a leerme un libro de actitud en el trabajo y un boletín de novedades tecnológicas para no quedarme dormido. Mientras pienso que seguramente no sean las mejores elecciones, Muchachito retumba a través de los cascos que llevo enganchados al portátil, "un día soñando en un sueño soñé que estaba soñando contigo". Me quito las gafas, giro la cabeza hacia la ventanilla en disposición de dormirme y entonces me viene a la memoria el post de Daviz de hace unos días, una imagen de la Castilla plana y amarilla que tan buen cobijo me ofrece cuando lo necesito y que ahora se asoma a través de la ventana del tren (impresionante por cierto la definición de trenes de Joaquín Sabína: animales mitológicos que simbolizaban la huída).
Me reactivo, pienso que tengo mucho por hacer en mi ciudad, el sol resplandeciente me ayuda a recuperar energías, hoy es uno de esos días de invierno en los que el cielo parece ser la continuación perfecta de un mar tranquilo y cristalino.
Estamos en las afueras de Valladolid, y veo zonas de chalets y obras de carreteras que apenas logro situar, la vida fluye aunque tú no estés presente en ese lugar. Paso al lado de la casa de mis tíos, al lado de la casa de un buen amigo, y por fin se pasa el Arco Ladrillo, punto que años atrás marcaba el inicio de la ciudad y que hoy no es más que un adorno cercano a la estación.
Comienza la segunda etapa de mi viaje, después de unos días en Madrid insuperables, así de mal acostumbrado me tienen mis amigos.


martes, 3 de marzo de 2009

Hacer leña del árbol caído

Adaptarse o morir. No en vano es éste el año de Darwin.

domingo, 1 de marzo de 2009

Domingo

Me invade la pesadumbre, esta tarde de domingo que anocheció demasiado rápido, antes de que me diera cuenta. Tal vez se deba sólo a la falta de sueño, a una mezcla de noticias ajenas poco afortunadas, y al progresivo cambio de estado - de "libro" a libre. Rodeado de días vertiginosos de actividad intensa, profesional, de repente llega la calma, y parece que la inercia lanzada sobre el vacío marea un poco. La perspectiva nada halagüeña de recuperar el ritmo intenso, y proseguir así un mes más hace que incluso las vacaciones que están ahí a la vuelta de la esquina fallen en su motivación. Ya asoma el fantasma del error, de la prisa; qué negativo se ve el Caribe en los tiempos del turismo de masas. Un paso en falso y terminaré en un horrible distrito de cristal delante del mar.

Anoche fue una noche estupenda, me recordó a otras circunstancias, y aunque no estoy seguro de cuales, fue muy agradable. No sé si fue el Malabarista quien dijo "Cuando se trabaja todo el tiempo, no se sueña". Tal vez ni siquiera dijo algo similar, o no fuera él - ¡qué memoria! -, pero esas palabras, las dijera o no, son realmente sabias.