sábado, 27 de febrero de 2010

AmsterDamm

Hoy fui a comer tacos, en la calle, con los compañeros de la oficina. Se portan bien. Aunque no trabajamos juntos, son muchas las veces que me descubren la gastronomía callejera del DF, si es que las calles de Santa Fe aun entran en esa categoría. Pedimos unas tostadas, nos arremolinamos en un círculo, pero no hay mucha conversación, y no se como, supongo porque no puedo estarme callado cuando pasan los ángeles por el medio, empiezo a hablar casi de cualquier cosa. La conversación va yendo y viniendo, y se convierte en oírme hablar a mí mismo de la marihuana, y de aquel viaje a Amsterdam que hicimos cuando aun éramos becarios, jóvenes, casi universitarios aún, con dinero en el bolsillo por primera vez, con ganas de viajar, y no tanto de comernos el mundo, quizás sí de fumárnoslo. Al menos el mundo europeo, y dentro de él, Ámsterdam, capital de una libertad extraña, que ahora se me hace grotesca, pero en su día, muy espiritualizada. De ese viaje no recuerdo ahora mucho, sólo que volví con la memoria afectada, la ruta de los coffeeshops, las fotos de Susana, la cabeza algo bloqueada. Recuerdo que volvíamos en el avión, y casi no recordábamos a qué nos dedicábamos en España. Las risas. Recuerdo la montonera de bicicletas aparcadas, apiladas casi como chatarra, una plaza que tenía un monolito fálico, los canales, las casas europeas alargadas, en alguna calle frente al agua. El sol poniente a las tres de la tarde, el ambiente cálido, los albergues, recuerdo a Henry, el tranvía cinco que nunca pagábamos, y no recuerdo mucho más.

No sé si fue una conversación muy acertada. Creo que a veces me vuelco en un torrente de palabras, una bola de nieve irremediable. Desde que estoy en México me doy cuenta que cada vez hablo más, y escucho menos, o no tanto, no es eso, no es no prestar oídos. Será el ánimo de Momo, que se ha olvidado de preguntar y simplemente habla.


viernes, 26 de febrero de 2010

¿Se casó la Srta. Pepis?

"Crea tus propias joyas" y "pinta tu juego de té para invitar a tus amigas".

De verdad que no puedo con estas cosas... Es como se anuncian un par de kits de juegos en un catálogo de juguetes para niños/as que he recibido en mi buzón, y por supuesto en la fotografía del folleto aparece una niña con sonrisa anormal y vestida con un jersey de rayas rosas...(Si además en este país se toma café cuando se queda con los amigos, o unas cañitas...)

Para que me digan por qué no le pongo "Blancanieves..." de Disney a mi hija, "con lo bonita que es la película", me dicen, y yo les respondo, que menuda heroína-ejemplo de los cojones, si para acabar follando con el guapo tiene antes que limpiar, fregar, cocinar, etc. nada más y nada menos que para 7 hombres bajitos, por mucha o poca discapacidad que tengan. ¿Cómo le explico eso yo a una niña? Y de Cenicienta ni hablamos, potenciando ya desde la infancia el gusto por la pedicura y los zapatos caros.

Desgracia

Observo. Es diferente observar desde lo alto, sin metáforas. Los caminantes sobre la rambla, los coches circulan deslizándose suaves como si el asfalto fuera lodo, con los faros amarillos como dos ojos de una máquina nocturna. Es de noche.
La chica del portátil, pensativa, recostada en su sillón esquinado, con la manzana iluminada, el pelo recogido, y su café, que ya no humea, sólo es cartón. Los arbolitos modelados como esferas en la acera, las palmas, y una india recostada en un portal, con la mano alzada murmura, pide, alza los ojos con su cantinela en cada paso, en los cruces de los transeúntes, que no son muchos en esta hora temprana de la noche, o agonizante de la tarde, el crepúsculo ya terminó hace rato.
No es la única desgraciada: en el fondo del café, un sillón, y dos chicas. Una se enjuaga las lágrimas con una servilleta, la nariz, y hace muecas, los ojos congestionados. No se oye lo que dice, es como ver un grito sin voz, es el cine mudo. Gesticula, y finalmente, sus labios se cierran en torno a unas palabras “¿Por qué a mí?”. Y sigue llorando.
No hay diferencia para la desgracia, para su esencia, que se nutre igual, dentro o fuera, en la calle o en el café, de la india o de la blanca.

jueves, 25 de febrero de 2010

Concha Urquiza

Hoy por la tarde aproveché para volver a la Feria del Libro del Palacio de Minería. Asistí a un recital de poesía de Concha Urquiza. Como bien sabe mi buen amigo el Malabarista, a mi la poesía como que no me hace mucho, más bien me apunté porque la lectura dramatizada la hacía la actriz Tanya Cosío, que habíamos visto en otras ocasiones en la propia feria y, después de la actuación del domingo, y la lectura que hizo de Jean Genet, me apetecía volver a verla leer.
Tanya hace su entrada de rodillas, recitando poesía, que se vuelve más mística cada vez, pues dicen que Concha fue la sucesora de Sor Juana Inés de la Cruz, esa a la que Madrid rinde homenaje con una sobria estatua en el Parque del Oeste. Pues ahí estaba Tanya, con los versos de Urquiza, y yo oyéndolos distraído, o ensimismado, como quien oye música relajante… y de repente, casi sin saber cómo, en un momento dado el recital se ha vuelto una conversación con Tanya sobre…¡los Detectives Salvajes!
- Alguien ha leido a Menganito de tal, dice Tanya, comenta algo de qué tiene que ver Megannito con Concha, y a continuación pregunta, ¿alguien ha leido a Roberto Bolaño, los Detectives Salvajes?
¡¿qué?! Los Detectives… ¡como para no levantar la mano!
Me quedo boquiabierto cuando Tanya revela que la protagonista de fondo y misterio del libro, es real y no es otra que Concha Urquiza, y que el ficticio real visceralismo que fundó, corresponde con el infrarrealismo mexicano del que Bolaño era pluma. Todo coincide. Las dos eran mujeres inusualmente independientes para la época, las dos poetas, las dos desaparecieron en el norte, las dos se alejaron de los circulos literarios.
Quizás esto, que Cesarea esté basada en una poeta real, no es lo sorprendente en sí, si no más bien, que yo no lo sabía y cómo me he venido a enterar, de la forma más insospechada.
Este libro es la ostia. No es que yo me haya metido en él, es él el que se ha metido en mi, en mi vida. Se empiezan a entremezclar personajes, lugares de su ficción, con eventos reales que suceden, sitios por los que paso en el DF, como una sicosis paranoica. A veces Xicoatl y yo hablamos de sus personajes como si fueran personas de verdad, que conocieramos, comentando lo que hacen o lo que dicen, y bueno, parece que al final sí son personas reales.
El otro día, X, que va por detrás en la lectura, me preguntó si ya se desveló el secreto de Cesarea Tinajero, ahora que casi termino el libro, y vaya, no se desveló en el libro, se desveló hoy, en el Palacio de Minería. ¡Qué bueno a veces ser un ignorante para llevarte estas sorpresas! Y qué bueno también, que no necesites ser un experto en poesía o literatura, ni saber qué es el infrarrealismo, o quién fue Concha Urquiza (hasta Google lo sabía), para disfrutar libros como este, los Detectives Salvajes.

miércoles, 24 de febrero de 2010

Perseguir

Pido vuestra ayuda para saber si realmente es un movimiento local, que simplemente está sucediendo a mi alrededor, o es una especie de histeria colectiva por lo inmediato.

Desde hace unas semanas, las cosas no se hacen, ni se consultan, ni se detallan, ni se analizan, ni se descubren... únicamente SE PERSIGUEN.

Si tienes que solucionar una duda de integración a un compañero, te pide que lo persigas.

Si te quejas porque en pleno invierno hace un calor insoportable en el edificio de tu trabajo, el gerente de infraestructuras te dice que lo está persiguiendo.

Si pides una pizza por la web del Telepizza, nada más confirmar el pedido tienes un botón que dice "Persigue tu pedido".



S.O.S.

me estoy volviendo un frikazo, o simplemente amagando la reversión a los tiempos de linuxero universitario. Hace unas semanas estaba buscando bugs en el código PHP de un developer colombiano, y hoy venía en un taxi haciendo un jailbreak desesperado a mi iPhone con redsn0w, intentando conectarlo a través de la wifi de mi lap convertida en un bridge hacia Internet a través de un USB 3G para que el pinche Cydia se descargue el Fuzzyband que va a hacer un downgrade del firmware de mi baseband para desbloquearlo de una vez!
Ya solo me falta ponerme a picar código yo mismo, hacer la aplicación del siglo, venderla en el Apple Store (o en Movistar Developers Platform, en su defecto) y ¡hacerme rico!

martes, 23 de febrero de 2010

Enésima



¿No somos todos un poco licántropos? ¿Qué es lo que nos causa tanta fascinación?
Yo creo que es el hecho de ver una piedra flotando en el aire, como levitando en el vacio del cielo, que se ha hecho redonda a fuerza de girar, y que sin combustión ninguna, emana una luz fría y fantasmal, y le devuelve un poco de magia a este mundo falto de ella. Newton aparte.

lunes, 22 de febrero de 2010

Tacuba 5, feria del libro

Me doy cuenta de que me estas dando toquecitos en la pierna, y
entonces, salgo del ensimismamiento, adormecido. Vamos en un taxi,
bastante rápido, por la avenida de Chapultepec. Son las dos de la
tarde.
- estaba totalmente disperso, te digo
- y ¿en qué pensabas?
- en que estaba disperso, y en lo agradable que es eso, sobre todo
así, en movimiento. Estaba mirando los colores de las piedras de las
fachadas...

Aquí gris, allí azul, luego azulejo blanco, mas allá había una casa
violeta, ahí amarillo, ladrillo, ocre y le sigue el color de casa a
medio caer, y un poco más allá rojo tezontle en un edificio moderno.

Cruzamos la calle Cinco de febrero, la de la foto vieja, la de época.
Vamos hacia el Zócalo, y despues, al Palacio de Minería. Después de
las conferencias de ayer, pensé que no era justo pensar que acabo de
salir del pueblo, o tal vez no es justicia, es orgullo. Aquí los
capitalinos tienen "de provincia" balanceándose en la punta de la
lengua, y no hay que darles facilidades para que escupan. Bastante
harto estoy ya de los polanqueros de Casa del Arte, que me hacen
gruñir; terminaré siendo un pedante, o un fresa, o las dos mezcladas.
Para mi una feria del libro era una fila de casetas que en vez de
pinchos, venden libros. Una extensión de las librerías, pero en la
calle, en las de Valladolid, o las de Palencia. Entonces no diré que
de acabo de salir del pueblo, no, pero parece que acabo de salir de
una cueva.

sábado, 20 de febrero de 2010

Muchachada Nui - Celebrity Manu Chao

Cada vez que veo este vídeo me parto de risa :D

viernes, 19 de febrero de 2010

Cambio de tiempo

El clima está loco. Ayer llovía, el cielo estaba gris, metalizado.
Olía bien por la avenida de las Palmas, a verde mojado y resbaladizo.
Hoy luce el sol sobre el Distrito Federal, otra vez el aire
transparente, vuelve el aire primaveral.
Promete ser un buen fin de semana.

Prolongación

Se siguen cayendo los papeles, despegados de la pared, ya casi no
queda ninguno. Pero no hay profecía ni sueño que valga, me quedo un
mes más.

jueves, 18 de febrero de 2010

Paraguas efímeros

El primer paraguas que compré en Woolworth fue un día lluvioso. Mucho. Tanto llovía que pensé que tal vez el Lago de Texcoco volvería a llenarse, y quedaríamos en la orilla poniente, un poco mojados, pero no tanto como en Chalco. De hecho, ese fue el día de las inundaciones del DF. Yo compré mi paraguas en el Woolworth de Polanco, pero apenas lo usé, solo desde Horacio hasta Mariano Escobedo, ahí tomé un pesero hasta Reforma, y de nuevo volví a usarlo en Chapultepec. A la entrada del MAM, lo sacudí para no empapar el suelo del museo, y me quedé con el mango en la mano. Literalmente en la mano.

El segundo paraguas lo he comprado hoy en Woolworth, no aprendo, pero es que llovía feo, igual no tanto como el día de Chalco, pero sí era esa lluvia continua y gris que tiende a mojarlo todo, sobre todo lo que tú llevas puesto, desde las zapatillas hasta la pernera, pasando por los calcetines, la chamarra y el pelo. Está vez me dió para pasear el paraguas efímero por todo Insurgentes, por el Centro Cultural Universitario de la UNAM (que es un buen, buen trecho), por el MUAC, y por el centro de Coyoacán, y de regreso a Polanco, también me acompañó. Pero justo cuando iba a la piscina, cruzando Lago Alberto, se ve que ahí el aire corre con más fuerza y el paraguas se aristó, sacando las agujas sacaojos, dejándome con un pararrayos en la mano.

Moraleja: la única razón por la que compro en Woolworth es porque me caen bien los ancianos que tienen de ayudabolsas en las cajas.

Y por cierto, hablando del diluvio: aquí una foto que tomé de la autopista camino a Texcoco, todavía diez días después del día de Las Inundaciones en el DF.

miércoles, 17 de febrero de 2010

El autobús


Ayer fui al Centro Cultural del Bosque a ver una obra auspiciada por el INBA, el Autobús. Después, me presentaron a la actriz protagonista, y fuimos su novio, ella y yo a tomar una cerveza. Desde hace tiempo quería conocer más sobre el teatro, sobre cómo se vive por dentro, por un profesional sin divanidades; qué sienten, cuánto esfuerzo cuesta, cuánto realmente facilita Bellas Artes, cómo se llega. Muy interesante la conversación y un encanto de chica, ella, y su novio.

¡Parece que estas cosas solo me pasan en México!

La llamada

Citando a Rivera "¡ahh cómo me gusta como pinta esta señora!"




"En términos generales, ¿qué hace falta para despertar a un ser humano dormido? Se precisa una buena llamada. Pero, cuando el sueño es profundo, una sola llamada no es bastante. Se requiere un largo período de llamadas incesantes. Por consiguiente, se necesita alguien que las produzca. Ya he dicho que el ser humano deseoso de despertar debe contratar a un ayudante que se encargue de sacudirle durante largo tiempo. Pero, ¿a quién puede contratar, si todo el mundo duerme? Toma a alguien que le despierte, y éste a su vez se queda dormido. ¿Cuál puede ser su utilidad? En cuanto al hombre capaz de mantenerse realmente despierto, probablemente se negará a perder su tiempo despertando a los otros: puede tener otros trabajos mucho más importante... "

Gurdjieff
Fragmentos de una enseñanza desconocida, 1949.

martes, 16 de febrero de 2010

Sin aire

De nuevo en el Farolito, cenando ricos tacos al carbón. Cuando la tomo con algo, qué obsesión, creo que es la sexta vez en una semana que ceno aquí, pero es que despues de una de esas clases de natación-masacre necesitaba reponer fuerzas, y el zumo de mango está tan rico…
Hoy la entrenadora me preguntaba, al verme tan ahogado en la orilla, que qué había hecho el domingo para estar tan cansado, o mejor, que qué me habían hecho. Con segundas, muchas segundas. Claro que ayer fue el día de San Valentín, y seguro que la comadre se hizo su composición de lugar; tal vez ella se imaginó que me había pasado el domingo haciendo el amor con mi novia supuesta, o algo así, a juzgar por la sonrisa de picarona y yo, que un día de estos me hago telépata, sobre todo cuando me falta el oxígeno (todo el mundo sabe que los habilidades paranormales solo se manifiestan en situaciones extremas de supervivencia agónica) lo adiviné con solo unos parpadeos.
Y yo pensando, pobre de mí, pero si esto es innato, rendimiento bajo innato, y que si esa estampa que ella se imaginaba, o practicamente declaraba, fuera cierta, mi amante iba a estar tan decepcionada como ella, a los dos largos y medio ya medio ahogado y pidiendo un descanso, no creo que le satisfaga mucho a nadie.
Entonces me acordé de este trozo del libro de Bolaño, no sé si para animarme o quitarle tremendismo a mi asunto, que igual es que las situaciones extremas agónicas estas me ponen un poco exagerado, aparte de morado.



Barbara Patterson, en una habitación del Hotel Los Claveles, avenida Niño Perdido esquina Juan de Dios Peza, México DF, septiembre de 1976.
"...le dije a Rafael que teníamos que hablar, pero Rafael dijo que quería seguir rolando con Arturo Belano, y yo le dije, pinche cabrón, necesito hablar contigo, y él dijo, más tarde Barbarita, más tarde, como si yo fuera una niña a la que violaba todas las noches en los lugares más indecentes y no una mujer diez centímetros más alta que él y por lo menos con quince kilos más de peso que él (tengo que ponerme a dieta pero con esta puta comida mexicana quién puede), y entonces le dije, necesito hablar contigo ahora y el padrote de mierda hace como que se toca los huevos, se me queda mirando y me dice ¿qué le pasa, muñeca? ¿algún problema imprevisto? ….
…yo estaba en México dizque para hacer un curso de posgrado sobre la obra de Juan Rulfo, pero en un recital de poesía en la Casa del Lago conocí a Rafael, y nos enamoramos en el acto. Esa misma noche lo arrrastré hasta el hotel los Claveles, donde aún vivo, y cogimos hasta reventar. Bueno, Rafael es un poco gandul, pero yo me las arreglé para tenerle en forma hasta que las primeras luces del día se desparramaron (como desmayadas o fulminadas, qué amaneceres más raros tiene esta puta ciudad) por Niño Perdido…

Roberto Bolaño, los Detectives Salvajes.

domingo, 14 de febrero de 2010

El DF y los salvajes detectives

Los detectives salvajes. Hacía tanto que no leía un libro con este
placer...creo que desde La ciudad y los perros, solo que ahora no
siento la nostalgia que sentí al leer a Vargas Llosa, nostalgia por mi
corta estancia en Lima, los largos días limeños, si es que se puede
sentir morriña por tan breve estancia, si es que eso tiene sentido.
Ahora no la hay con Bolaño y el DF, porque todavía estoy aquí, en
esta ciudad, la gran ciudad. Esta ciudad que me mata, la que me mandó
al hospital, la única que lo ha hecho, la ciudad en la que soñaba
haber vivido ya mucho antes de saberlo posible, como un dejavu
imposible. Y la ciudad que definitivamente se me va quedar aquí
atravesada en el corazón, como la maldita flecha de cupido el día de
los enamorados.

La perspectiva del albatros (World press photo)

Me pregunto en qué estaría pensando el bicho ante semejante panorama.
En la hipoteca seguro que no...
Sí es que en este mundo, todo es cuestión de perspectiva.

Museando

Ha sido una semana museística pésima.
Primero, el museo nacional de San Carlos: a mi el arte europeo clásico
no me gusta (el Prado me aburre, me da hambre). Ahí en San Carlos, el
maestro viejo me recomienda los museos de la calle Moneda y el Carreño
Gil, sobre la Avenida Revolucion ya entrando en San Angel. Es decir,
lejísimos, en el fin del mundo, lo menos. Y voy y le hago caso.
Qué decepción de museo, tres plantas diáfanas en rampa: la primera,
con experimentos de los becarios del Bancomer; la segunda, no me
dejaron entrar, sin motivo, cuando aparentemente no estaban haciendo
nada (desde las rampas se ve toda la sala en 360• grados, y no, no
estaban haciendo nada, una sala esperando visitas). De la tercera
sala, solo pude ver la mitad, porque estaban grabando un reportaje
sobre impulsos al arte moderno, y la reportera era medio olvidadiza,
o disléxica, quién sabe, y no terminaban de grabar. Lo peor de todo
en el Carreño no fue eso, ni la distancia infinita, no, era la
proporción de guardas a visitantes de 7 a 1, inevitable sentirse
vigilado, cercado. Odio esa sensación, igual que en el SHCP de Moneda
en el que literalmente las seguratas te persiguen, ojo avizor, para
que no te lleves la Flechadora de bronce tamaño semi natural en el
bolsillo.
El miércoles en la SEP a ver murales, pero nada, no me dejan entrar. Y
hoy, termino finalmente con la sala Siqueiros polanquera, extraña, de
nuevo sin murales, pero que solo por ver ese cómic de Fantomas co-
protagonizado por Cortazar y Octavio Paz mereció la pena. Creo.

viernes, 12 de febrero de 2010

Lo que nos faltaba

Si la despoblación de los pueblos de Castilla y León era un problema, como algunos se salgan con la suya, es que no sabemos lo que nos espera.

jueves, 11 de febrero de 2010

Alcantarilla emancipada

Acabo de ver como casi un tipo se cae por esa boca de alcantarilla
abierta y dejada así, a su aire.
Al menos al tipo le ha parecido gracioso ¿salvar el cuello? Y se iba
todo alegre.
¡Pura vida! que dirían en Costa Rica.

Chilenos en Estar Vacs

- Canarias, que está... en Menorca, ¿no?
- No, Canarias está ahí abajo.

Sí, y Tierra del Fuego está en la isla de Pascua, no te digo- me digo
yo, mientras subo el volumen del iPod para no oír mas bobadas, y me
cuido de que no se vea que estoy leyendo a Bolaño, no sea que se fijen
y les suba el ego patriótico.
Mejor me cambio de sitio, me voy a freír los oídos.

Estar Vacs II

Segundo episodio de amor-odio. Hay que reconocerle a Starbucks que en
Italia se arruinaría: el café esta malísimo, el té es aun peor, y
esa manía del XL y rodearlo todo de saquitos de café de sitios de
sonido exótico, el aval del café basura debe ser, que ni los
JuanValdez de Bogotá le tosen. Lo único que se salva son los
bocadillos, y el protocolo, así garantizamos que no haya cuatro
baristas atendiendo a la misma persona con ese estilo tan propio que
llamaremos "simultaneidad rotativa", por ponerle un nombre, y que
patentó la boulangerie (o patisserie, quien se acuerda) de Horacio.
Chicas, menos francés y más orden, que os pisáis.
Y sin embargo, sigo viniendo al Starbucks; jamás vi un sitio tan
cómodo como el de Masaryk, una mansión de tres pisos apoltronados,
siempre hay un sillón libre. Casi como ir a la casa de alguien, eso
sí, que no sabe hacer café, pero que tiene un salón muy acogedor.
Ahora, que me estoy apresurando a ponerme los cascos para no oír al
par de chilenos chillones que me han tocado al lado, que en vez de
darse consejos uno al otro, parece que se están pegando. Ay, la
misantropía, que sabia. ¿Dónde esta mi cueva, Alain?

martes, 9 de febrero de 2010

Nada hual coyotl

Estoy reventado. Las clases de natación me dejan hecho papilla. Y yo que me jactaba de empezar a tener fondo en la piscina -si hasta una vez gané carreras a X, que es un fiera en cualquier deporte-. Se acabó esa parte de mi ego.

Que irónico, venir a México a aprender a nadar. Y bueno, y no solo nadar: los teatros, los museos, la arqueología, la historia, ... y muchos libros. Sí, también los hay en España, pero es que México me parece incombustible. Ya va para dos años desde que pisé este país por primera vez, y sigo igual de enamorado de él o más que la primera vez, que me fui tan emocionado.

lunes, 8 de febrero de 2010

Sueño de una tarde dominical en el Parque Lincoln

Los parques de Mexico se me antojan con seña de identidad propia. Son
medio boscosos, con arboles muy altos, distribuidos arbitrariamente, en
apariencia; son todo sombras, sin césped en el suelo, solo pura tierra
mezclada con lo que cae del cielo, y alguna planta rasa de las que
arrastran grandes hojas verdes.
El Parque Lincoln me recuerda a lo que sería hoy la Alameda Central en
el mural de Rivera, que vino huyendo a la ribera poniente: los que
tienen dinero, despilfarrandolo, y los que no lo tienen, tratando de
sacarlo; todos en el mismo sitio, unos ignorando a los otros.
Y lamentablemente, Heisenberg, no lo digo como observador externo.

sábado, 6 de febrero de 2010

Azotea del Holiday Inn, Zocalo capitalino

Más pensamientos deshilachados.

El tiempo es un maldito bastardo, que nadie sabe de donde viene y todo
mundo quiere echarle la zancadilla, detener su paso.

Pero aquí se paró, un ratito. Un tiempecito. El tiempo que se para un
tiempo. El tiempo que separa un tiempo.
¡Eso sí es reducción al absurdo! O al menos, solo absurdo.

viernes, 5 de febrero de 2010

Más divagaciones

Esta tarde el cielo tenía muchos colores. Todos de lluvia: añil, azul tormenta, azul cálido, gris, plomo y plata. El aire, despues de un día lluvioso, se queda con una transparencia metálica, tal vez sea el ozono. Caminaba por Homero pausado y deambulando entre mis pensamientos. El primero, conseguir folios, unos pocos, no los quinientos del Max. El segundo, si pasar por Porrúa, tal vez hubiera llegado el Diario de Frida Kahlo, aunque si realmente lo escribió Fuentes, mejor lo olvidamos. El tercero, la cara de velocidad del niño judío con el que me cruzo. Últimamente me cruzo con muchos en esta zona, por Homero u Horacio, y todos los niños llevan esa prisa estreñida y la mirada clavada al suelo (y en esta zona las banquetas estan aun conservadas, así que eso no es). ¿Será que le aprieta el sombrerito? ¿Yahvé te oprime? No me caen bien los judíos como generalidad, no puedo evitarlo. Es por el sectarismo, por lo regular no me caen bien
los monoidea, los que se aferran fervorosos a una mitología contranatura, y en general, los que escogen conscientemente un rol de martir superfluo, innecesario. Mandamiento es una palabra muy fea (opresora) y diez, es cuanto menos, algo escaso.
Después de los gruñidos mentales, pienso en dirigime a la pequeña francia, la zona vieja de Polanco, por el parque Lincoln se ve un ambiente hostelero parecido a la orilla del Sena. Ya que no puedo salir de aquí, igual encuentro algún café interesante. Llego a la avenida del presidente checo (recuerden, la mas glamorosa de todo México); aquí flanqueando, las casitas, los palacitos reconvertidos en boutiques, no hay pisos ni torres; y aquí, si sopla, el aire es colonial, pero no colonial como el centro de Mexico, sino colonial a lo cartaginés (cartagenero suena a vallenato), modernizado y con su toque francés invariable. Me recuerda a las fincas del comienzo del Paseo del Arco de Ladrillo, que un dia dije que cuando sea mayor, pienso quedármelas una vez que se las expropiemos al ejercito de Valladolid (que no se si sea la misma cosa que el ejercito nacional, considerándolo todo y con su perspectiva histórica).
Volviendo a Masaryk y a a sus palacetes, los maniquíes asoman tanto en los ventanales de planta baja, como arriba, en la planta alta, y da un poco de miedo, como si fueran los legítimos habitantes de la propiedad. Como si el plástico hubiera destronado a la carne ocupante. Puede ser escalofriante, me recuerda a una ciudad rumana que M y yo visitamos. Era una ciudad deprimente, no había casi nada, ni siquiera locales para las tiendas de la calle; éstas ocupaban la vivienda más baja, a ras de suelo, y sus ventanas eran los escaparates. No recuerdo qué ciudad era, creo que había un río, no era en Transilvania ni era Suceava, pero allí no había nada, nada que ver, nada que hacer. Me pregunto qué haríamos allí, en un sitio así.

jueves, 4 de febrero de 2010

Tepoztlan, Morelos

Puestecillo a los pies del cerro sagrado del Tepozteco.
Sin comentarios.

miércoles, 3 de febrero de 2010

Cerro del Tepozteco, Morelos


Esto es la mera esencia del ser humano. Es que basta para que haya un cartel enorme que diga "no alimenten a los bichos. Gracias a que les atiborráis, se están reproduciendo como conejos y están reventando la piramide por dentro con sus madrigueras. Que ya solo falta que os llevéis piedras del templo, pinches $·%$·$& !" para que los peregrinos, que eran una manada, se dediquen a dar chuches a los hurones, felices con las visitas, que yo creo que hasta sonreían para la foto.

Porque lo alucinante es que hay que subir como una hora de escaleras naturales, Tepozteco arriba, para poder ver una piramide sostenida en un cúmulo de la cumbre, que la pobre está bastante maltratada -pintadas incluidas- y que a mí me da por pensar si esto es una peregrinación tirándole a lo sádico, o simplemente, que la gente no sabe leer. Es que la mediocridad produce ceguera, ¿não é verdade, José?
Pues como para pedirles que salven el planeta, que se ve, así, lejototes, como en otro universo.

martes, 2 de febrero de 2010

Los restos

El diario perdido en Chiapas, que Rincón se esmeró en preparar para
el viaje por Rumanía.
El colgante con la cruz inca que me regalaron en Cuzco, ahorá estará
tirado en el suelo de alguna parte del Distrito C.
La gorra que compré en Cartagena una mañana ventosa, para protegerme
del sol caribe, ahora se fue a extraviar en cualquier lugar de
Tepoztlan.
Es como los libros de Henry, mis recuerdos de viaje no pueden estarse
quietos.

lunes, 1 de febrero de 2010

Feliz día de la República

Esta mañana, cuando Jack me ha deseado un feliz día de la República pensaba que era sólo otra de sus divertidas maneras de saludar. Pero cuando he salido a la playa camino de mi ginger lemon honey mañanero y Shuresa, con una gran sonrisa, me ha deseado lo mismo, ya me he enterado de que era el día de la República en India; la 61. Y toda contenta he saludado de la misma manera a los habituales del desayuno y me daba la risa de poder disfrutar mi primer verdadero día de la República!!! Tantos 14 de abriles en España en los que mi madre se pone su camiseta republicana y se va con otros tarretas a conmemoraciones y demás, que no llenan mucho cuando vives en una monarquía... Y me acordaba del ¨España, mañana, será republicana¨ que coreaba con mis amigas en las manifestaciones.
Lo que he disfrutado hoy!!
Viva la Repúblicaaaaa!!