placer...creo que desde La ciudad y los perros, solo que ahora no
siento la nostalgia que sentí al leer a Vargas Llosa, nostalgia por mi
corta estancia en Lima, los largos días limeños, si es que se puede
sentir morriña por tan breve estancia, si es que eso tiene sentido.
Ahora no la hay con Bolaño y el DF, porque todavía estoy aquí, en
esta ciudad, la gran ciudad. Esta ciudad que me mata, la que me mandó
al hospital, la única que lo ha hecho, la ciudad en la que soñaba
haber vivido ya mucho antes de saberlo posible, como un dejavu
imposible. Y la ciudad que definitivamente se me va quedar aquí
atravesada en el corazón, como la maldita flecha de cupido el día de
los enamorados.
8 comentarios:
me hizo sonreír mucho este post
saludotes
oye pues gracias por recomendarnos el libro porque está francamente bien.
Pasa una cosa con él: como lo llevo por ahí, ya son varios los que me preguntan que de qué va, y la verdad.. no sé que decirles. No creo que el chiste esté en el argumento, y menos resumido en dos palabras.
da gusto oirte amigo, da gusto oirte.
Un abrazo volador
aaah y antes de que te vayas de México TIENES que ir al café Quito. está en Bucarelli esq. Morelos
vaya Gina, pues mira que habíamos pensando -hablo en plurar porque Xicoatl se lo está leyendo en paralelo/compartido - en echar un ojo a Bucarelli a ver si si existen/sobreviven los cafés. ¿como la llamariamos.. la Ruta de Garcia Madero?
:)
M: un abrazote!! dentro de poco en persona!
¡vaya! Es toda una declaración de amor...
en paralelo, si, pero mas vale que me vaya consiguiendo mi propio ejemplar por que al paso que va la burra me voy a quedar a menos de la mitad para cuando te vayas y te lo lleves :)
espérate a ver X, no sea me de tiempo todavía a leerme tres novelas de Bolaño,.. :)
Rincón,... es amor citadino...
Publicar un comentario