Ayer hacía un día soleado, agradable para la estación en la que estamos, no tenía ningún plan interesante así que cuando salí del trabajo me fui dando un paseo hasta el centro, y me acerqué al Círculo de Bellas Artes para ver unas exposiciones de fotografía, la primera de ellas se llama "Momentos estelares, la fotografía en el siglo XX", con ese nombre (pensé) tiene que ser interesante, y acerté. La verdad es que la fotografía es una forma de arte con la que yo todavía no he conectado demasiado, tiendo a pensar, probablemente equivocado, que el mérito está en lo que se fotografía y no en la técnica misma de la fotografía, es decir, lo que a mi me impacta es lo que se ve, el gesto, la situación, la denuncia que implica una fotografía, y no tanto el contraste de color, o un determinado ángulo,... aunque estoy seguro de que estas cosas realzan la sensación que transmite la fotografía. Hubo muchas que me impactaron, os dejo algunas, lástima que no se el nombre de la que más me impacto ni el autor y no he podido buscárosla, mostraban el trabajo en semiesclavitud de miles de personas en las minas de Brasil en los años 40, se veían regueros humanos vestidos todos con harapos cargando sacos en sus espaldas y subiendo por unas escaleras casi verticales a distancias enormes y sin ningún tipo de arnes o barandilla, me detuve largo tiempo tratando de calcular cuantos de esos infelices morirían en esas minas. En esa foto lo de menos es la luz, lo de menos es el arte...
John Heartfield, Adolf, el superhombre, traga oro y habla hojalata (17 de julio de 1932)
Dorothea Lange. Migrant Mother, Niporno, California, 1936.
Robert Capa, Miliciano herido de muerte, 1936
La otra exposición era "La vida en fotos, Che Guevara", ya de niño leí la biografía del Ché de Pierre Kalfon, y por tanto su historia y su imágen son archiconocidas para mí, (como para muchísima gente), es por eso que no esperaba ver nada nuevo, sin embargo me equivocaba, además de encontrar imágenes nuevas de una historia conocida encontré algo en lo que de niño no me había fijado, sus ojos, su mirada, esa mirada fija y penetrante que solo tienen los hombres y mujeres destinados a hacer grandes cosas, buenas o malas, hombres y mujeres que muestran una determinación en su mirada que desarma al más pintado. Esa mirada el Ché la tiene desde las fotos de su más tierna infancia, lo ves entre niños con caras de ángeles y su mirada brilla como una luciérnaga, supongo que eso es lo que hizo que tanta gente le siguiera hasta la misma muerte sin dudarlo, será magnetismo, será carisma, será.... no lo se, pero sin dudarlo yo también le habría seguido.
Aquí os dejo un enlace con fotos de esa exposición y otras muchas que allí no aparecen.
http://www.geocities.com/Athens/Cyprus/2985/
3 comentarios:
Entré a leerte porque te hallé en un Comment mencionando a Saramago.te seguí al Círculo. me detuve un momento en el bar sólo para mirar una vez más a la dormida mujer de mármol,y luego lloré por Brasil.
pero me tomé con vos una cañita por mi Che,yo,médica,argentina y guerrillera.
Abrazo,increíble tu blog. Agradezco haberlo encontrado.
Eres bienvenida siempre que quieras, un abrazo por encima del océano.
Bellas las fotos. Me encanta quue te hayas conectado con el mundo de la fotografía, un mundo apasionante y realmente único...muchísimos besos.
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