Hubo un tiempo, ya lejano,
anterior al heredero del mono,
en que los seres de este mundo,
vivían como un todo armonioso.
Pero ete aquí que apareció,
sin haber sido invitado
un nuevo morador,
con buena fé aceptado.
Confiada y amorosa
Pachamama le otorgó
como al resto de animales
alimento y diversión.
"Come de mis frutos,
bebe de mi sangre,
pero recuerda eternamente,
que yo soy tu amada madre"
Con el tiempo el ser humano,
sus promesas olvidó,
y esquilmó sin recato
las riquezas que encontró.
Lo que antes fue concordia
armonía y vecindad
poco a poco fue tornando
en cruel autoridad.
Talados fueron los bosques,
enriqueciendo al poderoso,
mientras sufre y muere el campesino
que lo había vuelto hermoso.
Muchas especies murieron,
presa del voraz progreso,
milenios de sabiduría,
perdidos sin remedio.
Las vastas tierras de Pachamama,
antes libres para el viajero,
se sienten cercenadas
por alambradas, muros y carceleros.
La Madre llora enfurecida
por su hijo traidor,
y alza feroz un grito
que estremece de babor a estribor.
Nadie puede preveer
como acabará la historia,
pero un sabio no has de ser
para ver quién se equivoca.
El tiempo demostrará,
que la avaricia es destructora,
para todos los que la sufren
y para quien la atesora.
anterior al heredero del mono,
en que los seres de este mundo,
vivían como un todo armonioso.
Pero ete aquí que apareció,
sin haber sido invitado
un nuevo morador,
con buena fé aceptado.
Confiada y amorosa
Pachamama le otorgó
como al resto de animales
alimento y diversión.
"Come de mis frutos,
bebe de mi sangre,
pero recuerda eternamente,
que yo soy tu amada madre"
Con el tiempo el ser humano,
sus promesas olvidó,
y esquilmó sin recato
las riquezas que encontró.
Lo que antes fue concordia
armonía y vecindad
poco a poco fue tornando
en cruel autoridad.
Talados fueron los bosques,
enriqueciendo al poderoso,
mientras sufre y muere el campesino
que lo había vuelto hermoso.
Muchas especies murieron,
presa del voraz progreso,
milenios de sabiduría,
perdidos sin remedio.
Las vastas tierras de Pachamama,
antes libres para el viajero,
se sienten cercenadas
por alambradas, muros y carceleros.
La Madre llora enfurecida
por su hijo traidor,
y alza feroz un grito
que estremece de babor a estribor.
Nadie puede preveer
como acabará la historia,
pero un sabio no has de ser
para ver quién se equivoca.
El tiempo demostrará,
que la avaricia es destructora,
para todos los que la sufren
y para quien la atesora.
1 comentario:
Tito también busca su madre Tierra de alguna forma
y la humanidad, ya no?
saludos cordiales ;)
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