miércoles, 19 de septiembre de 2007

Miedos y temores, confianza y valores.

Miedos y temores,
a todos rondan por igual,
y hacen flacos favores
a la confianza de cada cual.

Nos queremos, nos amamos,
y no nos sabemos decir,
lo que esconde nuestro alma
y define nuestro perfil.

Nada es un tronco solo,
nadando a la deriva,
presa de las olas,
las cascadas y las brisas.

Mas si une su fortaleza
con otros de su especie
una balsa firme y recia
ante todos aparece.

Tú, que escondes tu secreto,
por miedo a las reacciones,
sin querer pones precio
a todas tus emociones.

Crees que eres pato y feo,
y en tu miedo no alcanzas a ver,
que si despliegas tus alas
un hermoso cisne puedes ser.

Así que suelta ya ese nudo
y escucha bien lo que te digo
si algo importa en este mundo
es la confianza de un amigo.

Y todos los que aquí moran,
nunca deben olvidar,
que esto es una "compañía",
que grano a grano, el mundo puede cambiar.

4 comentarios:

Jacqueline Sokolovic dijo...

Te dedicaré un poema y espero que te guste...siempre vengo a leer y estar un rato a solas en esta estancia...Besos.

Unknown dijo...

En todo de acuerdo, una gota con ser poco con otra se hace aguacero. Lo único que no consigo es convertirme en cisne, pero derrotaré la fealdad del pato. Un abrazo muy grande y hasta pronto!
Roberto

malabarista infernal dijo...

Un placer teneros por esta casa y compartir sentimientos, yo también fui un patito feo pero en la gran urbe crecí y poco a poco despliego mis alas, gracias a los demás, gracias a todos vosotros.
Espero tu poema, lo prometido es deuda.

Una de esas dijo...

Supongo, quiero decir creo, bueno, mejor:
COMPRENDO,
que prácticamente todos nos creemos patitos feos, es lo que hemos aprendido desde pequeños, y no hablo de nuestra cara, pechos, celulitis varias, estatura, etc... que también ocurre, hablo de algo peor, hablo de como nos sentimos por dentro, de hasta donde pensamos que somos capaces de llegar, y la consecuencia es que no nos atrevemos a soñar, soñamos poco, o mejor dicho, nuestros sueños vuelan a ras de suelo, y no nos damos cuenta del poder que tenemos para cambiar la realidad, y de como si analizamos nuestras vidas, despacito y sin prisa, nos damos cuenta de que hemos llegado, en la mayoría de los casos, si nos ha acompañado un poco la suerte, apróximadamente hasta donde nos habíamos atrevido a soñar.