Conversaciones entre humo y cerveza, cuántas cosas salen de ellas, cuántas revelaciones, cuántas verdades (y otras no tanto) que te dejan días de cavilaciones. Esa es una constante de mi vida, pensar mucho, pensarlo todo, para luego no hacer casi nada. Pero bueno, esa es mi batalla.
Hay una pregunta que siempre me ronda la cabeza después de estas conversaciones, ¿quién somos en realidad? ¿lo que creemos ser? ¿lo que creen los demás que nos ven desde fuera? ¿ninguna de las dos cosas? ¿una mezcla de ellas?
Todos creemos poseer la verdad sobre nosotros mismos y sobre los demás, estamos convencidos de ver aquello que los otros no ven de si mismos, y a veces les abrimos los ojos, y otras nos los abren. Esto es fantástico, pero lamentablemente no solo esto ocurre, a veces también ocurre que nadie abre los ojos a nadie, que vemos dos realidades diferentes e inconexas que dificilmente pueden encontrarse.
Harto estoy de devanarme los sesos intentando saber quién soy, intentando comprender aquello que los demás creen ver y yo no creo que exista, harto de escuchar lo que otros piensan que desprendo y yo no creo que sea real,... harto de pensar en fín, harto de escuchar, harto de hablar...
Harto de no encontrar el hilo que uno lo que soy, lo que creo ser y lo que quiero ser.
Harto de no entender este mundo, ni a los demás,.... ni a mi mismo en ocasiones.
Creo que hoy seguiría el camino de Laika hacia la inmensa soledad de las estrellas.
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