Me ha llamado la atención que uno de los reclusos que formaban parte de la iniciativa es el batería de los Burning, un grupo de rock que por la edad supongo que formaría parte de la época conocida como la Movida Madrileña. Al parecer de repente le dio por cambiar los platillos por armas y los conciertos por atracos al banco.
Es increíble los laberintos que nos pueden esperar a la vuelta de la esquina, no se sabe lo que nos deparará el futuro así que ya podemos poner todas nuestras fuerzas en disfrutar del presente.
Gracias Burning por haberme acompañado con vuestra música en una parte de mi vida.
1 comentario:
La vida da muchas vueltas y la seguridad es solo una ilusión.
Carpe diem
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