miércoles, 25 de julio de 2007

El escaso mérito del valor

Leo un post en la página de Martanauta (de la que tanto me habla Henry) sobre el acoso en el trabajo, ellos, y me hace recordar, conversaciones, pensamientos,... personas, queridas y dolidas. Me explico, tengo casi 30 años, una Ingeniería y un trabajo bastante decente para los miserables tiempos que corren, eso me permite tener una vida acomodada y el tiempo suficiente para desarrollarme como persona en la dirección que he decicido. He llegado a esta situación de manera yo diría que casual, y no porque no haya peleado, que lo he hecho y mucho, tampoco porque no haya sufrido, que también he bebido a chorros de ese brebaje, sino simplemente porque la vida me ha ido empujando a ser quien soy, y ahora me siento fuerte y capaz para enfrentarme a situaciones duras y a personas crueles e injustas, pero ¿he de pensar por eso que nací siendo una persona valiente?, no, la vida me ha ido dando cobijo en forma de familia, amigos, compañeros,.. en los momentos necesarios, y eso me ha permitido desarrollarme e ir trabajando cualidades en mí que me han hecho lo que soy, que no es demasiado, pero si suficiente para lanzarme a la piscina de la vida.
Sin embargo personas muy, muy queridas para mí, y muy cercanas, no han tenido esa suerte, y los palos de la vida y la falta de cobijo o aliento en los momentos importantes les han hecho no desarrollar ese arrojo, les han hecho timoratos y cobardes, y ¿son ellos culpables de eso?, no, no lo son, soportan injustamente el juicio de los demás y las opiniones malintencionadas y crueles, de parte de personas que se creen mejores por el resultado final, pero que no entienden que ese resultado final es en gran medida producto de la casualidad y no de sus méritos, no de nuestros méritos.
Es muy duro ver a alguien que quieres condenado a no disfrutar de las oportunidades, de los placeres que tú puedes alcanzar si te lo propones, y saber en el fondo de tu alma que tenían originalmente las mismas potencialidades que tú, las mismas capacidades, pero que el caprichoso destino tenía reservadas para ellos las peores cartas, y es más duro todavía cuando esa persona es inteligente, y puede ver la jugarreta, y sufre, y se encierra en sí mismo, incapaz de comprender porqué le ha tenido que tocar a él, qué es lo que ha hecho mal, en que punto se equivocó. No hay respuesta a esas preguntas, no hay nada que hiciera mal, simplemente la suerte le dió la espalda.


Luis Royo lo refleja muy bien

Bob Marley - No woman no cry

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que hay mucha materia en tu post, querido malabarista.

Primero, para nada comparto que estemos viviendo "tiempos miserables", ¿por qué, exactamente?

Precisamente hoy he hablado con una persona mayor, que hace un puñado de años vivió, en su juventud, la guerra civil. Me hablaba de ello como si hubiera sido la semana pasada,y ,¿sabes?, el calificativo que más usaba era el de miserable. Pero no por acontecimientos similares a los que corren hoy en día; se refería a otras cosas en una línea muy diferente.

Yo más bien creo lo contario, que vivimos en tiempos más cómodos, sin necesidad de remontarse ni tan siquiera 70 años, sino muchos menos. Hemos tenidos (y tenemos) abiertas puertas que hasta hace poco no existían en muchos campos de la vida, por eso creo que no es justo que nos quejemos, muchos menos cuando a nuestro alrededor hay mucha gente, muy cercana, que ha vivido todas esas cosas.

Por otro lado, está claro que las casualidades y la suerte juegan un papel importante en momentos puntuales de la vida de las personas; pero la vida es una carrera de fondo, en que hay momentos buenos y adversidades... yo creo que una adversidad no te condena, ni que una racha favorable te salva, son lances de esa carrera.

malabarista infernal dijo...

Es una habitual conversación cuando se junta alguien de nuestra generación con alguien de generaciones anteriores, el hablar de cual es mejor, el escuchar de parte de los más mayores eso de que nosotros vivimos tiempos mejores, y que ahora todo es mucho más fácil, bien, habría mucho que hablar sobre eso, en su caso solo había una preocupación, sobrevivir, y eso absorvía por completo a cualquier otro pensamiento, en nuestro caso concreto (que no es ni mucho menos el de todos) la superviviencia está bastante garantizada, y eso provoca que tu mente pueda ocuparse en muchas otras cosas, que importantes o no de modo absoluto para ti lo son por completo. Vivimos en una época en que la depresión es la enfermadad más generalizada entre los adultos, tenemos garantizada la supervivencia pero vemos como el mobbing en el trabajo lo sufren muchísima gente, los jóvenes buscan cada vez más pronto las sensacion de evadirse de la realidad a través de las drogas, muchísima gente se pasa la vida trabajando como esclavos para obtener posesiones materiales y ser aceptado socialmente y después en la soledad de sus casas se sienten los más desdichados del mundo, inculcamos a los niños desde pequeñitos la competitividad, la idea de que solo los más listos, los más guapos triunfarán y los demás solo serán "segundones", no hay más que encender la televisión para verlo. ¿esta época es mejor? solo diferente..