sábado, 21 de julio de 2007

Incomunicación

Hace unos días que colgué en el blog mi opinión sobre un hecho que me aconteció en el aeropuerto de Barajas, Compañías aéreas: ladrones de guante blanco.
Este mismo post lo enlacé a meneame, en esta página se cuelgan enlaces a noticias o textos y la gente otorga votos a las cosas que le interesan, y si un enlace recibe suficientes votos pasa a portada y mucha gente tiene la posibilidad de leerlo y comentarlo, sorprendentemente así ocurrió, recibió muchos votos y pasó a portada, hubo gente que se quejó en los comentarios porque un texto como ese llegara a portada y quizá tengan razón, pero el pueblo habló y no hay mucho que decir a eso, es la misma idea de democracia.
De las personas que entraron una parte dejó comentarios con su opinión, cuando uno cuelga un texto en internet se expone a eso, a recibir opiniones dispares y por supuesto libres, que te gustarán más o menos, pero que yo creo que debes aceptar puesto que a eso te has expuesto, huelga decir que esperas que los comentarios sean al menos educados y respetuosos, para expresar opinión no es necesario gritar ni faltar al respeto.
Leyendo los comentarios recibí una sensación que no por conocida deja de ser descorazonadora, la sensación de percibir un muro entre otra persona y tú, que si bien no corta por completo la comunicación, si que la distorsiona, de forma que la respuesta de la otra persona a tus argumentos va en una línea que poco tiene que ver, (siempre según tu impresión) con aquello que tu quisiste comunicar. Nunca he alcanzado a entender porque ocurre esto, mi impresión es que todos escuchamos, vemos y oímos filtrando siempre las cosas a través de nuestro propio tamiz, que utilizamos para protegernos, pero que a la vez nos impide percibir la realidad en toda su extensión, puesto que en el tamiz pueden quedar parte de las palabras o ideas que quieren comunicarnos, y en ocasiones hasta la idea misma que se quiere transmitir. Esto te acaba llevando a justificar o defender cosas que ni has dicho ni piensas, pero de las que te acusan quienes te escuchan, por supuesto esta sensación ocurre en las dos direcciones, muchas personas podrían hablar de como han sentido eso conmigo, y tendrían toda la razón.
Ver esto desde la posición del que escribe, es decir, desde el que lo sufre, me hace pensar, y prometerme a mi mismo que cuando escuche a otras personas siempre concederé el beneficio de la duda, es decir, siempre intentaré dejar la puerta abierta a la posibilidad de que no haya comprendido lo que me quieren decir, de que lo haya entendido mal, espero que esto me sirva para no enredarme en conversaciones de besugos (que las he tenido, y muchas) en las que ninguno escucha y todos ofenden.
Este es un gran propósito que como todos los grandes propósitos, será difícil de llevar a cabo y seguro traicionaré en muchas ocasiones, pero será otra cosa más a apuntar en mi lista de mejoras necesarias, y recomendables.

1 comentario:

Unknown dijo...

A mí lo que más me llamó la atención del caso fue que mucha gente se fijó más en el continente que en el contenido, incluso la demagogia barata (recuerdo el sibarita que dijo que si viajabas en chanclas ¿?).

Pero haces bien en intentar sacar algo positivo y aprender de una nueva experiencia.
También hay que tener en cuenta que de 350 votos que hubo en meneame sólo hubo unas 20 opiniones desagradables por los modos.