domingo, 22 de julio de 2007

Amarás a la Corona sobre todas las cosas

Vi por primera vez la portada del último número de El Jueves el viernes pasado leyendo el post diario de El Descodificador, el blog de televisión de El Mundo que he recomendado en alguna ocasión. La verdad es que con esto de leerlo a primera hora de la mañana el sueño reinante no me permitió percatarme de que se trataba de una caricatura de los Príncipes de Asturias, pensé que se trataba de una foto de un simple trabajador, y mira tú por donde, resultó que no se trataba ni de alguien simple ni de alguien trabajador.
El fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, ha decretado el secuestro de la revista por motivos de injurias a la Corona. Desde mi punto de vista es una auténtica y una aberrante vergüenza que en el siglo XXI se cierre un sitio web y se retire de los quioscos una revista de humor por el simple hecho de mostrar una imagen sexual de un miembro de la Corona y hacer un comentario que está en la boca o al menos en la mente de una gran parte de los españoles. Por curiosidad he buscado en Internet otros secuestros que han sufrido las publicaciones a lo largo de la historia de la democracia y de forma general las causas han sido o bien injurias al Rey o enaltecimiento del terrorismo.
Es curiosa la doble moral que reina (con minúscula) en este país según los intereses.
La parrilla televisiva está repleta de programas que difaman e insultan a diferentes personajes o personajillos públicos sin que nadie se preocupe de ello (nadie que pueda hacer alguien por cambiarlo), invadiendo sin ningún tipo de pudor el horario infantil y dejando una pobreza descomunal en la calidad de las televisiones en abierto. Esto en un cachondeo, se ve la paja en el ojo ajeno y no la viga en el nuestro. Nos escandalizamos porque el pueblo islámico se cabreara por la publicación de unas caricaturas de Mahoma y aquí directamente se prohibe la difusión de un medio de humor, ¿cuál es la diferencia? También me encanta que un hombre como el fiscal general del estado tenga ratos libres en su apretada agenda como para poder dedicar tiempo al cierre de una revista de humor.
El papel de los políticos lamentable como de costumbre, por destacar alguna de estas frases que cubren de gloria al orador, Alejo Vidal-Quadras considera que el secuestro de una revista es una anécdota a la que no hay que darle mayor importancia.

Pero este país no deja de sorprenderme!! Acabo de leer que en Las Ventas, uno de estos recintos cerrados donde todavía se mata animales por pura diversión, se ha homenajeado a otro animal por haber puesto a un niño de diez años delante de un ser vivo de 600 kg.

Ya lo dijo Sabina, angel de la guarda cuánta hipocresía.

5 comentarios:

malabarista infernal dijo...

Ya lo has comentado, nos escandalizamos por lo intolerantes que son los árabes porque se indignan por una caricatura de Mahoma, y ahora censuramos una que se rie de los reyes, y para colmo lo del homenaje, que es para llorar.
Este país es una república bananera, y todavía el señorito Aznar quería convencernos que estamos a la altura de países como Francia y Alemania,... anda que no queda

Anónimo dijo...

http://eljueves.blogia.com/

Anónimo dijo...

La viñeta puede ser de mal gusto, pero de ahí a secuestrar la revista, es demasiado fuerte. Demasiada hipocresía con la Corona. "Como unos ciudadanos más", además públicos de nacimiento, deberíamos empezar a saber más que la imagen "oficial".

Después de cerrar la web de El Jueves, ¿van a perseguir los jueces los cientos de webs donde se ha reproducido la portada?

daviz dijo...

Es una barbaridad.

El contrapunto es que el jueves, que dicen que iba un poco peor ultimamente en ventas, ha conseguido una publicidad gratuita e histórica.
Habrá que ver cuanto les cuesta, pero seguro que el embargo no puede durar demasiado.

¿pa cuando la manifa?

malabarista infernal dijo...

llegas un poco tarde, ya ha habido varias concentraciones de rechazo.
Y espero que no secuestren el resto de sitios web donde se ha hablado de ello, porque sino tenemos que empezar a buscar un país para refugiarnos