lunes, 26 de noviembre de 2007

UNA DE AMOR

Hace poco estuve de cañas con uno de mis Ex, el penúltimo en concreto. No le veía desde hacía más de un año pero era como si hubiéramos estado juntos antesdeayer. Nos vemos muy poco pero nos seguimos queriendo mucho. Me gusta ver el amor que nos ha quedado después del Amor. Un domingo lleno de buenos recuerdos; los malos los olvidamos por el camino.

Ya en casa, entre las sábanas de la soledad, viajé por el pasado hasta llegar a mi primer amor, "el Pelucas", mi primer Ex. Le conocí con 16 años. Estuvimos unos meses juntos pero la locura de la adolescencia nos mantenía muy ocupados y la quisimos vivir cada uno por nuestro lado. ¿La casualidad? nos colocó uno frente al otro a los 21 y empezamos a salir. Los dos nos enamoramos por primera vez y juntos descubrimos la magia del sexo con amor. Cuando lo dejamos, cogimos la costumbre de vernos dos veces al año, una en primavera y otra en verano. Y llevamos así una década ya! Son días en los que sólo importamos él y yo, en los que compartimos confidencias, risas, sueños, charlas filosóficas, cañas y marihuana hasta que la noche se nos acaba. Alguna vez el amanecer nos sosprendió en la cama. Nos conocemos muy bien el uno al otro, somos piezas fundamentales en nuestras vidas. Una vez, cuando todavía estábamos juntos y enamorados, me dijo que él ya nunca iba a dejar de quererme, que cuando dos personas se quieren de verdad es imposible que su amor desaparezca. En ese momento no entendía bien el significado de sus palabras. Me hace feliz ver que las hemos convertido en hechos.

Después llegué a uno de mis Ángeles del Infierno, del mismito San Blas, con el que sigo manteniendo emails y llamadas. Cuando lo dejamos me dijo que siempre que necesitara ayuda él iba a estar ahí para mí, que no dudara en contar con él cuando las cosas me fueran mal. No duda en recordármelo cada vez que hablamos y siempre me pregunta que si estoy bien, que le diga cómo estoy de verdad, que le cuente cómo me trata la vida. Sé que siempre seré su niña y que se siente responsable de mí, como parte importante que fui en su vida. Un Ángel al que no puedo dejar de querer.

Viajando al pasado más reciente me encuentro con mi último Ex. Ahora uno de mis mejores amigos. Seguimos compartiendo una parte de nuestras vidas. Pero no fue nada fácil llegar a donde estamos ahora. Infinitas peleas y discusiones que dolieron hasta reventar y que ahora no demuestran sino lo mucho que nos debíamos y debemos querer para haber salido indemnes de ellas. Ya sabemos que no podremos ni querremos dejar de querernos. Agradable sensación la de la recompensa después del esfuerzo. La energía de nuestro Amor transformada en Amistad.

Y es que, hasta hace no mucho, solía pasar mis momentos de soledad en el pozo negro de mis recuerdos, escarbando una y otra vez en los errores de mi vida, en el porqué de haber dejado de ver, una a una, a mis mejores amigas, en porqué no sabemos nada las unas de las otras. Hoy, recordarles a Ellos, me hace pensar que no todo han sido errores. Y es que nunca había entendido a las parejas que, cuando dejan de serlo, practican el si te he visto no me acuerdo. ¿Y qué pasó con el amor? Por esta misma razón no entendía mi situación actual con mis amigas. Durante mucho tiempo me lamenté de su pérdida, haciéndome daño al pensar que no habían querido saber ya nada más de mí. Pero con la relatividad que da el paso del tiempo para ver las cosas, me di cuenta de que ya no las recordaba con tristeza o rencor si no que las recordaba con cariño, y de que ellas sentirían lo mismo si me habían querido de verdad. Pero la verdadera calma no llegó hasta el día en el que me di cuenta de que no debía importarme tanto el si ellas me echaban de menos o no (aunque doliera) como el sentir que yo sí que las seguía queriendo. Y es que recibir amor es muy importante pero darlo lo es mucho más aún. Porque lo que das, nunca te lo quitan.

2 comentarios:

malabarista infernal dijo...

Chapeau, lo que llena del amor no es ser amado (aunque es estupendo obviamente), sino amar, sin freno y sin miedo, amar.

daviz dijo...

Creo que lo ideal sería que fuera mutuo.
Maríha, yo soy de los que piensa que no nos debería interesar gente a quien no le interesamos o no demuestra que le interesamos. Aquellos que se quedan atrás por que tu quieres o ellos quieren (ellas, en este caso), atrás quedan.
Como todo, muy fácil decirlo eh?
¡A nosotros nos interesas tú!
(lástima no verte el sábado, donde andarias...:)