Aquí estamos de nuevo, después de 10 días de movimiento por la península ibérica volvemos al redil, al menos de momento, son contradictorias las sensaciones cada vez que me muevo tanto, por un lado, sientes que te quedas fuera de lo que ocurre en tu mundo habitual, y tienes las sensación de perderte momentos que quizás sean irrepetibles y marquen el devenir de los acontecimientos, y tu te quedas fuera, por otro lado sientes paz, pues te alejas de tus miedos y demonios habituales y vives como en un tumulto permanete, arriba y abajo sin descanso, cuántas veces pienso que sería más feliz si mi vida transcurriera de esa forma.
El final del ajetreo ha sido en Portugal, en mis queridas Lisboa y Oporto, que de nuevo me han dado su calor y su abrazo y como ya hicieron en el pasado me han susurrado al oído, "tu vales" no lo olvides, "tu importas". Portugal ocupa un sitio muy preciado en mi corazón, quizá llegó en el momento oportuno, y significó para mí lo mismo que la caza del león para un joven guerrero africano, momento de demostrar y sobre todo demostrarte, que ya no eres un niño, que a partir de aquí tu serás tu guía y tu cobijo, tu propio aliento, tu mejor amigo. Volver ha sido mágico, he vuelto a verme entonces, y ahora, y me gusta lo que ha ocurrido entre esos dos momentos, estoy en paz con el hombre en el que me he convertido.
Lo que todos buscamos
cuando no tenemos,
lo que todos damos y no vemos,
lo que nos vuelve humanos,
y amenos,
o sin ello, ajenos.
¿cuánto valemos en solitario?
¿de qué sirven nuestras victorias
en batallas pasadas pero no olvidadas?
No ayuda la memoria
cuando despiertas solo de madrugada
y tu único confesor es la almohada
silenciosa y fría,..... herida,... abandonada.
Las lágrimas se secaron,
huyeron en desbandada
a otras tierras más fecundas,
donde no esperar a nada.
!donde el acto venza a la palabra!
Donde el calor de la pasión
y los fluidos del amor
vuelvan loco al corazón,
y vencido éste, sin solución
se entregue sumiso a la sinrazón,
a la furia tormentosa del amor,
sin miedo,....sin freno,..........sin dolor.
Oporto, Noviembre 20007
Caudaloso y sinuoso bajas
rio Douro,
por las cálidas riberas de Oporto,
sorteando trampas y recodos,
cargado de vida, cargado de Oro.
Con tus peces y tus puentes,
tus gaviotas y tus barcos
que mecidos por la corriente
de calor me colman, entre abrazos.
Hacia tí vuelco mi alma
cargada de suspiros y susurros,
cargada de amor y de esperanza,
de ganas de fundirme con el mundo.
El sol me cuida y tú me guías,
indicándome el camino.
¿qué más puedo pedirle yo a este día,
que por ventura a tus orillas me ha traído?
Me marcho, hermano,
vuelvo a mi mundo,
no puedo quedar aquí varado,
continúo mi camino vagabundo.
El recuerdo de esta villa
conmigo viajará,
aportando imágenes y sonrisas
y la promesa eterna de la mar.
Oporto, Noviembre 2007