¡Qué gusto da no trabajar en días como estos! Me refiero a estos días en los que se celebra el 10.º festival de Teatro de Calle de Valladolid. Me he bajado por la mañana pronto para ver a unas "txalapartaris" en uno de los recovecos del Campo Grande. Al principio a Cora le daba un poco de miedo, al ver a unas gemelas vestidas de negro golpear con los palos con tanta intensidad sobre la madera, pero después se ha ido acostumbrando y ha acabado durmiéndose en medio del sonido tan particular que "Ttukunak" nos regalaba, entre los árboles. Ni siquiera se ha despertado con los aplausos.
Nunca antes había visto "Txalaparta" a pelo, sin que sirviera de fondo o base para otros sonidos o música. Y la verdad es que me ha gustado. Es muy relajante. La siesta de Cora de 45' es prueba de ello.
Uno de los aspectos que me gustan de este festival es que te vas encontrando con gente que hacía tiempo que no veías pero que sabes que te los vas a encontrar precisamente ahí, porque es una cita a la que nunca faltan.
Reencuentros muy agradables, como el de Roberto, un bombero que cambió las danzas del mundo por la fotografía y que me ha estado contando su viaje de 24 días con los trashumantes que parten desde Aragón hacia Andalucía.
Antes de regresar a casa para comer hemos visto una actuación de danza-teatro, con la que Cora no estaba muy de acuerdo, pues no había música y el baile se desarrollaba muy despacio, con movimientos muy lentos, pero con un trozo de galleta ha aguantado casi hasta el final.
Y ahora, cuando se despierte de la siesta, espero poder bajar de nuevo a disfrutar de más magia, circo y ambiente callejero.
1 comentario:
cuánto me gustaría acompañarte....
disfruta por mí!
besines para las dos, y para los tres.
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