Hace ya tres semanas que llegué de Mexico DF. Ha sido sobre todo esta semana la que he notado la paranoia generalizada ya a este lado del charco,-quizás justificada-. Desde llamadas que he recibido para saber cómo estaba, hasta las preguntas en el trabajo, incluyendo la gente que no quedó muy convencido de que no fuera un portador de algo latente, algo feo que pudiera afectarles. Da igual los razonamientos: "llevo tres semanas, he superado el periodo de incubación.... me duele un poco la garganta, nada de fiebre, pero no tiene nada que ver.. es que cogí frío... de tener gripe A estaría ya hospitalizado, no?". Ni por esas. Qué daño hacen los medios, cebándose cíclicamente, rayando en lo amarillo.
Recuerdo ya vagamente la última noche en el DF. No puedo recordar con exactitud las palabras, pero sí me acuerdo de comentar con Jesús la vista impresionante de la ciudad de México desde lo alto de la torre del hotel. "Y pensar que todo esto era un lago". Una ciudad modesta rodeada de agua, y que no hace mucho, en unos pocos años se superpobló.
Recuerdo que comentamos los inconvenientes de esa superpoblación, la contaminación, los problemas de tráfico, el hundimiento de la ciudad en el acuifero, el impacto medioambiental, .. y por supuesto, vivir día a día en semejante caos.
Inventamos alguna medida, alguna estrambótica, para equilibrar la superpoblación y devolver el Valle de Mexico a la región más transparente del aire, al idílico paraje lacustre que debió ser para que tanta nación amerindia se instalara en él.
No sé ya si citamos a las epidemias como una de esas medidas, pero desde luego, podrían ser cruelmente efectivas.
1 comentario:
Jejeje, debimos considerarlo, seguro, pero la oportunidad de desahogar un poco esta ciudad la tuvo Miguel de la Madrid con el terremoto de 1985, la mediocridad de su administración no supo aprovechar el momento, al menos cambiando algunas secretarias de gobierno a otras ciudades... que hace la secretaria de marina en DF donde de agua no queda mas que el canal de Xochimilco??? En fin, estos lares en definitiva no volveran a ser la región mas transparente del aire, no hace falta, esta ciudad de altos contrastes tiene su encanto... de México: la mas rica y la mas miserable, la mas bella y la mas peligrosa, la mas grande y la mas contaminada, la mas amada y la mas repudiada, la mas populosa y la mas virulenta...
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