miércoles, 13 de febrero de 2008

¿Dónde está la verdad?

En otras ocasiones hemos hablado de la credibilidad que tienen (o no tienen) los distintos medios de comunicación. Existen tantos y tan diversos, que si uno busca la información sobre un mismo hecho en varios de ellos puede encontrar diferencias ostensibles e incluso informaciones antagónicas. Un ejemplo muy claro son las manifestaciones, sean de un signo o de otro, podemos leer en unos medios que han acudido cincuenta mil personas y en otro que la afluencia fue de un millón. Pero estas informaciones, si bien son ridículas y muestran la estupidez general son facilmente desmontables, porque tenemos imágenes televisivas que desmontarán rapidamente las falacias de los que mienten, que con mucha probabilidad serán todos, unos por exceso y otros por defecto.
Pero hay otros hechos que son mucho más difíciles de contrastar, y que inducen inevitablemente (o eso es lo que pretenden) la generación de opiniones en las mentes de los lectores.
Esto me ocurre con casi todos los regímenes políticos sudamericanos, sobre los que leo noticias en los diversos medios totalmente antagónicas, para algunos sus dirigentes son la encarnación del diablo con cuernos y rabo incluidos, que subyugan a sus ciudadanos y se apropian de todos sus bienes, y para otros son los libertadores revolucionarios que liberan a sus pueblos de la opresión capitalista e imperialista. Y yo desde la distancia ¿a quién creo?, pues lo más inteligente creo que es no creer a nadie, o al menos mantener un gran espacio para la duda. Un ejemplo claro de lo que digo es el ocurrido recientemente con la detención del joven que debatió con el presidente del parlamento cubano, que se ha convertido claramente en una herramienta de ataque y defensa entre distintos intereses a los que poco les importa "la verdad".
Pero no solo me ocurre con el régimen cubano, otro tanto ocurre con el presidente venezolano Hugo Chavez, o con la reciente marcha de protesta contra las FARC, a las que se critica sus medios, y es obvio que son criticables y censurables, tanto los secuestros como las acciones armadas, pero se les hace ver desde unos medios como terroristas mafiosos y otros como libertarios que luchan contra los poderes fácticos dominados por las clases poderosas. Lo mismo podríamos decir del EZLN, del presidente Lula, del presidente Evo Morales,..... y de tantos otros.
Si una conclusión podemos sacar de todo esto es el peligro que representa el llamado cuarto poder, que es claro que nunca será una herramienta para buscar la verdad, sino una herramienta para conseguir manipular las mentes para obtener unos fines, que casi siempre irán unidos a la adquisición de poder en cualquiera de sus diversas formas.
Creo que la verdad hace tiempo que pasó a ser una entelequia, una idea, algo que nunca se materializará en el universo en el que nos movemos, al menos no a gran escala, quedará circunscrita a nuestra pequeña cotidianidad, y aún así será extremadamente difícil de encontrar.
Este verano viajeremos a Cuba y buscaremos tocar aunque sea tangencialmente la verdad de las gentes cubanas, a través del tradicional medio de la conversación y la escucha, siempre será una verdad parcial, pero mas real que la que leemos en los medios de comunicación.

1 comentario:

malabarista infernal dijo...

Aquí está el video en cuestión, en el que el supuesto detenido explica sus sensaciones ante la que se ha montado.
http://www.rebelion.org/
noticia.php?id=63132