Esta semana pude disfrutar de una de esas pequeñas perlas, estuve el miércoles en el teatro del Circulo de Bellas Artes para presenciar la representación de El guía del Hermitage, una obra sencilla pero genial, delicada, ilusionante..... un canto a la imaginación y al poder de la misma para sobrevivir en este caótico mundo que nos rodea.
Con un genial Federico Luppi y unos no menos geniales Ana Labordeta y Manuel Callau. Me encantaron los tres, pero he de decir que Luppi es para mí una debilidad, un hombre que transmite de manera excelsa una sensibilidad dificilmente encontrable en estos tiempos, y con un papel en esta obra que le va como anillo al dedo.
En estos tiempos preelectorales en que tenemos que aguantar, por un lado las mentiras continuas y la hipocresía y desfachatez abrumadora de la clase política, y por otro lado la presión de nuestro entorno para influir en tu decisión de votar o no, o de votar a uno u otro partido viene a mi cabeza una reflexión probablemente estúpida para mucha gente, pero no tanto para mí,... si alguien quiere mi voto que está condenado irremisiblemente a perderse en los recobecos de mi apatía tiene que hacer algo muy simple,...... hacerme soñar, conectar con esa parte de mi interior que solo me pertenece a mí y al mundo de mis sueños, que me haga sentir la ilusión, la quimera... como el guía del Hermitage.
Y si no es capaz de eso, que me haga llorar de emoción, como Victor Manuel, otro genio.
1 comentario:
Querido malabarista,
Admiro tu alma, tan delicada y honesta consigo misma... Gracias por tus palabras, gracias por acompañarme en este camino, en el que suele ser tan fácil perderse, que es la vida, la lucha por alcanzar nuestros sueños... Te quiero tanto...
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