¿Dónde están los límites?

Tras la detención estos días de dos presuntos integrantes de ETA se ha formado una gran polémica sobre la actuación de la guardia civil, puesto que uno de los detenidos ha sido ingresado en un hospital con policontusiones, una costilla rota y perforación de un pulmón.
Se ha interpelado al ministro de interior sobre estos hechos y éste ha garantizado que se ha cumplido estrictamente la legislación antiterrorista.
Para completar la polémica el ex-ministro de defensa Jose Bono ha hecho las siguientes declaraciones: "si tiene que haber bajas, que no sean nuestras".
Las palabras de este hombre siempre me han dado miedo, pues chirrian a tiempos oscuros del pasado. Pero no solo esto me escama, también lo hace que el secretario general del PP vasco, Carmelo Barrio, haya afirmado que "las garantías del Estado de Derecho se están cumpliendo y no hace falta" que el PNV pida explicaciones al ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, por las heridas sufridas por el presunto miembro de ETA Igor Portu.
¿Qué quiere decir que no hace falta? ¿acaso los representantes del pueblo no pueden ser preguntados por este sobre sus actuaciones cuando existe la sospecha de que puedan haber sido ilícitas o excesivas?.
Es lógico pensar que el trabajo de la guardia civil es duro, enfrentarse con asesinos armados que ya han demostrado que pueden matar no es plato de buen gusto, pero eso no da derecho a saltarse la ley, y si los golpes recibidos se demostrara que no han sido fruto de la detención sino de un maltrato posterior eso sería un delito y como tal debería ser juzgado. Con esto no digo que sea cierto sino que debe investigarse puesto que si algo nos distingue de los terroristas es nuestro respeto por un código moral y por una legislación, en el momento que nos saltemos esas dos cosas ya no habrá ninguna diferencia entre ellos y nosotros, y por tanto ninguna superioridad moral.
Espero que no volvamos a los infames tiempos del GAL, que son una mancha para toda democracia.