Esto no seria mas que un breve post narrando mis experiencias desde que he llegado a la zona maya del sureste mexicano. La verdad que apenas tengo palabras para describir lo que he visto, por manido que suene. Y mas intenso que resonara en mi cabeza con el paso de tiempo, pues siempre me sucede que en los viajes, a tiempo pasado mas increble me parecen las vivencias que has experimentado, los sitios que has visitado.
Para no aburrir, os contare lo que fue un cachito de mi estancia en Chiapas. El lunes pasado, acompañado de mi amigo chiapaneco Jesus -¡¡muchisimas gracias Jesus, por todo!!-, viajamos desde el municipio de Palenque a la zona arqueologica de Bonampak, ya en estribaciones de la selva lacandona. En un calor tropical humedo, sudando como perros, los maya lacandones nos transportan desde el estacionamiento obligatorio hasta el mismo monumento. Una piramide maya con una anteplaza formada por edificios mas pequeñitos. En el corto camino andando hasta llegar a esta plaza, nos cruzamos una pista de aterrizaje en la selva y una avioneta estrellada años ha. Imaginad la sensacion de llegar a una vieja ciudad maya y que no haya ningun otro turista, solo nosotros dos. Bueno, es cierto que la soledad duro poco, en seguida se "lleno" con una veintena de alemanes. Pero por un momento parecia una pelicula de Indiana Jones, llegando a unas ruinas maya en medio de la selva. En fin, se nota que cada uno imagina como quiere, pero para eso tengo yo el cerebro al menos.
Ese mismo dia de sudor y escalones, de murales maya y arboles, termino con un chapuzon en la increible cascada de Mishol-ha. Nunca me habia bañado en una cascada, nunca habia visto un salto de agua por detras y nunca jamas antes habia entrado en una gruta detras de una cascada, con murcielagos y luciernagas chisporroteando afuera.
En fin, desde luego no todo es magia y fortuna. Siempre hay pequeños tropenzoncillos, ¡la comida! y como era de esperar, termine con una pequeña infeccion del estomago, pero bueno... ya con los medicamentos pronto remitira.
Ahora estoy en el alto chiapaneco- un poco de fresco despues del calor humedo tropical - y el camino sigue hacia la villa colonial de San Cristobal de las Casas, rumbo al pacifico.
Son las 20:26 de la noche, la temperatura exterior es de 15°, y afuera suena la marimba en las fiestas de Comitan de Dominguez en Chiapas, Mexico.
5 comentarios:
qué lindo...
Animo Daviz con tu aventura!!
¡¡¡Qué bonito!!! ¡¡¡qué recuerdos de hace exactamente un año...
No tengo duda de que estás aprovechando cada segundo! Cuida tu estómago amigo. Aprovecho para enviarte un beso
el nuevo Indiana Jones.... estás desconocido jajajaja, un abrazo enorme compañero
gracias anonim@, (y amigos, claro), mi estomago ya está recuperado pero ahora me duele otra cosa,... con el viaje ya a punto de terminar tan solo a falta de cruzar el charco de vuelta a europa.
un viaje increible, ciertamente!
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