jueves, 7 de agosto de 2008

Escritos gatunos

Sentado, sobre un colchón cargado de arena, rodeado de bultos en un perfecto desorden, con mi compañera tumbada a mi lado, leyendo, las puertas de la furgoneta abiertas de par en par intentando capturar el máximo posible de esta ténue brisa que ulula entre los escasos árboles que nos bañan con su sombra y nos aportan un breve respiro a este sol inclemente.
Miro a través de la puerta a las escarpadas lomas de la sierra de Gata, áridas y casi yermas, pero cargadas de una belleza casi mística.
Disfruto del transcurrir de los segundos, dejando vagar mis pensamientos, ajeno a horarios y rutinas, y pienso.. ¿qué es lo que me provoca esta placidez? ¿es la tan manida libertad?, o algo más simple, más mundano,... la paz, de alma y de espíritu, la paz con el resto, la paz con mis demonios, la paz conmigo, firmada sobre el tapiz del amor y sellada con la pipa del esfuerzo y la confianza.




Qué importante es aprender
junto a la persona amada,
sentir tu esencia crecer
con cada beso, con cada palabra.

Me enfrentas a mis miserias,
conflictos y contradicciones,
contigo avanzo en mis guerras,
tú recitas mis canciones.

Contigo siento importante
cada caricia, cada confidencia,
núnca te siento distante,
!tú marcas la diferencia!






La ciudad del olvido

Sólo los árboles viven
en la ciudad del olvido,
solo ellos conviven
con la ausencia de ruido.


Impasibles testigos
del azote del viento,
únicos vestigios
de otras vidas, de otro tiempo.

Una sombra de nostalgia
te guía a través de sus calles,
envuelto en jirones de magia,
que a tu mente imágenes traen...

Imágenes de otro tiempo
que nunca tú has conocido,
imágenes de los habitantes
de la ciudad del olvido...

2 comentarios:

daviz dijo...

me pregunto si el ultimo poema tiene algo que ver con la entrada al pueblo de rodalquilar?

pasadlo bien, valkiria y compañero :P, y saludad a Almeria que este verano no podre verla.

malabarista infernal dijo...

muy acertado amigo, muy buen ojo.
un abrazo