miércoles, 14 de mayo de 2008

Victimas

Hoy es un día terrible, un día teñido de rojo, del color de la sangre. Hoy otro padre de familia ha sido asesinado para nada. Hoy otro niño ha quedado huérfano para nada. Hoy ha habido nuevas víctimas que no han tenido la opción de evitar serlo. Y los que lo han hecho solo tienen un nombre para mí, y ese nombre huye de glorias y sacrificios, de honores por la patria, ese nombre es sencillo y claro, HIJOS DE PUTA, sin más epígrafes.
Las víctimas de este tipo de actos nada pueden hacer por no serlo, al igual que las víctimas de desastres naturales. El destino les ha escogido para jugar un trágico papel, sin más, la suerte les fue esquiva.
Pero hay otras víctimas que si pueden evitarlo y éstas son las que me sorprenden, son aquellas personas timoratas que por razones de educación o por el simple devenir de los sucesos en sus vidas van interiorizando la opinión de ser menos que los demás, de valer menos que los demás, o al menos de estar subyugados a sus decisiones. Éstas autovíctimas podrían evitar serlo, podrían luchar, podrían huir de situaciones que les superan y buscar nuevos escenarios, pero por razones que no comprendo se autocondenan a sufrir las humillaciones y abusos de poder de los demás, como si un fatal destino les persiguiera por los caminos de su historia personal.
Hoy he comido con una compañera que es una de estas víctimas, y a mi interpelación en favor de sus propios derechos, de su fundamental derecho a ser feliz y a ser tratada con respeto solo me ha contestado: "es que yo soy así". Sin más, soy así.
Éstas personas les vienen estupéndamente a tantos lobos disfrazados de corderos que abundan por nuestras sociedades individualistas, a tantos mamones cuyo patrón de comportamiento responde a la frase "el fin justifica los medios", a tantos "triunfadores" dispuestos a pasar por encima de quien sea para alcanzar su sagrado objetivo de ser "alguien en la vida". Son como dos caras de una misma moneda, se necesitan unos a otros para poder representar sus respectivas papeles en la tragicomedia de la vida.

2 comentarios:

Crece la voz dijo...

Pues si , unos HIJOS DE PUTA COBARDES.
Mi particular contribución, un minuto de silencio, una semana sin color en Crecelavoz.

Romulo dijo...

Yo creo que hay muchos calificativos adecuados, gentuza cobarde, mezquina, canalla, sin escrúpulos para privar del bien más preciado al ser humano.
Y esos hablan de derechos...