Ayer tuve el placer de disfrutar del directo de 
Concha Buika en Madrid, y hubo varias cosas que me impresionaron, primero la increible fuerza de esta mujer, que me recordaba a otras grandes mujeres, mujeres fuertes, mujeres orgullosas, como Tina Turner o Janis Joplin, mujeres que como Concha cuando saltan a un escenario hacen que el  mundo se pare, que por unas horas nada más importa que  lo que  allí está pasando. Mujeres que  se desnudan en el escenario, no en cuerpo, que sería más fácil, sino en alma, mostrándonos con orgullo sus heridas y cicatrices, que por efecto de la magia se convierten en las nuestras, se funden con las nuestras.
Casi todas las canciones de Concha hablan del amor, pero no del amor de pastel y postal que cantan triunfitos y demás productos, sino del amor real, el que acaricia y desangra, el que endiosa y envilece. Me erizó la piel esta canción:
 
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Creo que yo también prefiero las mentiras que suenan bien y acarician el alma, la verdad es algo tan sobrevalorado......
Como regalo os dejo la versión de volver, una ranchera que acompañaba mis viajes al pueblo de mis padres en aquel viejo Renault 7, banda sonora de mi infancia.
 
2 comentarios:
"la verdad es algo sobrevalorado.." - ¡qué buena frase! y que de verdad tiene. Buena banda sonora para leer tu post, por cierto, que envidia.
Es la primera vez que escucho esa canción, "volver". La banda sonora de los viajes en mi infancia fue Mecano, la década prodigiosa, el Duo dinámico, mocedades.. curioso!
Yo sólo conocía esta canción de boca de Manu Chao, y como podréis imaginar dista bastante.
Y rememorando también los viajes al pueblo recuerdo a Victor Manuel y Ana Balén, Bambino, Ricchi e Poveri...y claro Parchís.
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