viernes, 16 de mayo de 2008

Divagaciones inducidas

Viernes, diez de la noche, estoy en mi casa, solo. En estos momentos hay dos eventos en los que querría estar, un concierto de Vacazul en la pradera de las Vistillas en el que están mi compañera, mi hermana y mi doctorcita, y un concierto de mis "progresivos pucelanos" Neverness en la sala Tarambana, en el que está mi colega Raúl. Mientras todo esto ocurre yo estoy sentado en el salón, cansado de ver la tele y despilfarrar mi intelecto con la consola, y con mi cuerpo echo "caquita", literalmente, porque llevo todo el día peleandome con una caprichosa diarrea que ha decidido joderme el Viernes. Como llevo muchas horas solo tengo suficiente tiempo para pensar tonterías, y para recordar, y recuerdo que en otras épocas esta tipo de situación me creaba una enorme angustia, pensaba que cada momento era único e irrepetible, y en él podían ocurrir cosas que marcaran indefectiblemente el futuro, y que si no estaba allí y me lo perdía podría quedarme fuera para siempre, y sufrir un eterno arrepentimiento.
Supongo que esta anormal manera de pensar tenía mucho que ver con mis inseguridades, con mi miedo a no ser aceptado, a "no pintar nada".
Que curioso es el paso del tiempo, desde esta orilla de mi vida no solo no siento esas angustias ya, sino que a veces puede ser incluso a la inversa, puedo encerrarme en mi cueva interior, cerrar la puerta con llave y comerme esa llave por tiempo indefinido, sin sentir demasiado sufrimiento. ¿Eso será madurar?, buff, creo que no quiero saber que es madurar. En cualquier caso vivir sin esa angustia es un paso hacia adelante, de eso estoy seguro.
Así que seguiré aquí, peleando con las bacterias y disfrutando en la distancia del placer que están experimentando las personas que quiero.

3 comentarios:

daviz dijo...

recuperate amigo! (y sino, Fortasec, que diria la doctorcita)

Madurez.. divino tesoro!! La vida sigue en efecto si no puedes estar en donde "se cuecen habas".

Oye, me pregunto.. ¿a qué evento hubieras ido de los dos? ¡Qué dilema!
¿y no será tal diarrea la reacción natural de tu sique incapaz de afrontar semejante dicotomía, incapaz de elegir por uno de los dos caminos puestos ante tus ojos? Oh .. destino... que injusto eres!

Romulo dijo...

Cuidate...
Lo bueno de tu madurez es que la esencia a la que rodea permanece intacta. Seguro que hubieras disfrutado igualmente, pero habrá otras muchas oportunidades para ello, y además a pleno rendimiento.

Romulo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.