martes, 7 de agosto de 2007

FUI UN ANGEL

Fui un ángel negro cuando vivía para y por la noche. Cuando mis ropas y las imágenes en mi cabeza estaban saturadas de oscuridad. Cuando leía sin parar hasta que se hacía de día. Cuando lo afilado y lo perverso ejercían sobre mí una malévola atracción. Fui un ángel negro cuando defendía a los monstruos y vampiros. Cuando más he escrito a lo largo de mi vida.

Fui un ángel naranja cuando sobrevivía los fines de semana a base de sulfato de anfetamina. Cuando no paraba de bailar a falta de cansancio y apetito. Cuando la agitación y la euforia me envolvían, sin tener hambre ni sueño. Cuando era capaz de concentrarme hasta liberando dopamina. Cuando no dormía sola. Cuando guardaba estimulantes debajo de la almohada.

Fui un ángel gris cuando no quería salir de la cama y tener que seguir viviendo. Cuando no me gustaban las flores. Cuando miraba una cuchilla vieja sobre la mesa y de ahí dirigía la mirada a las venas de mi brazo. Cuando un amigo murió en la cárcel.

He sido un ángel con dos alas cuando el cielo era el mismo cielo azul en todas partes. Cuando me deslizaba montaña abajo y saltaba ríos. He sido ese ángel que todo el mundo quiere tener a su lado hablando diferentes lenguas, celebrando el cumpleaños muy lejos y a la vez tan cerca.
He sido el ángel que despliega sus dos alas para sentarse en compañía sobre un banco de madera tocado por el rocío húmedo de la mañana, mirando a un angosto río y barcos pesados navegando en él, mientras salía el sol.
He vuelto a desplegar esas dos alas para sentarme sobre un murode piedra, junto a alguien, para contemplar el mismo río y los mismos barcos, viendo amanecer.

Un día me deshice de un ala, para seguir siendo ángel, pero un ángel de la guarda.

Y finalmente me arranqué el otro ala para dejar de serlo.

Ahora soy una estrella, de muchos colores si estoy entre una multitud, o de uno solo, del mismo que sea la persona junto a la que esté, irisado a través de mis destellos.

1 comentario:

malabarista infernal dijo...

El cielo cuida de los ángeles, cuando se pierden y cuando se encuentran.
Y alimenta la luz de su interior para que crezca limpia y pura.
Tu luz baña todo lo que te rodea y a todos los que te rodean