viernes, 25 de julio de 2008

Min

Este pequeño felino, que a mi casa llegó por casualidad, como compañero no invitado del nuevo compañero ha contribuido notablemente a estimular mi ternura y mis sonrisas. Esa carita de clown, con esa fingida sonrisa y esos ojillos que te miran fijos, sin dobleces, sin intenciones ocultas, sinceros y directos, desmontan por completo cualquier defensa. Cuando intento reñirle por alguna trastada que haya montado, se sienta, me mira con esos ojillos, y me llora, con esa voz casi humana, y me derrito, es un cabrón porque se que me está chantajeando y llevándome a su terreno, pero adoro que lo haga.
Cuando tengo esos días melancólicos en los que me siento ajeno a este mundo, extraño y estúpidamente incomprendido mi pequeño amigo se sienta junto a mí en el sofá, me mira, y con sus ojillos me dice, "tranquilo, que no es para tanto".
Quizá no eres consciente pequeño gato-león (pesa 7 kilos y medio), pero empiezo a quererte, y disfruto enormemente de esa sensación.


me derrito viendolos........


no te olvides de que yo también tengo hambre.....


y después de comer, siesta......



y luego una charla en el sofá....

3 comentarios:

redfenixmx dijo...

esta bien bonito el gato
se parece a uno que yo tenia

daviz dijo...

que majos los tres: el gato, la chica que juega con él y el autor del post.

espero que termine pronto la dieta de Min.. me daba una penilla..

Romulo dijo...

Pero que majetón parece; la verdad es que los animalillos pueden dar mucha vida en un hogar.