Este pequeño felino, que a mi casa llegó por casualidad, como compañero no invitado del nuevo compañero ha contribuido notablemente a estimular mi ternura y mis sonrisas. Esa carita de clown, con esa fingida sonrisa y esos ojillos que te miran fijos, sin dobleces, sin intenciones ocultas, sinceros y directos, desmontan por completo cualquier defensa. Cuando intento reñirle por alguna trastada que haya montado, se sienta, me mira con esos ojillos, y me llora, con esa voz casi humana, y me derrito, es un cabrón porque se que me está chantajeando y llevándome a su terreno, pero adoro que lo haga.
Cuando tengo esos días melancólicos en los que me siento ajeno a este mundo, extraño y estúpidamente incomprendido mi pequeño amigo se sienta junto a mí en el sofá, me mira, y con sus ojillos me dice, "tranquilo, que no es para tanto".
Quizá no eres consciente pequeño gato-león (pesa 7 kilos y medio), pero empiezo a quererte, y disfruto enormemente de esa sensación.
me derrito viendolos........
no te olvides de que yo también tengo hambre.....
y después de comer, siesta......
y luego una charla en el sofá....
3 comentarios:
esta bien bonito el gato
se parece a uno que yo tenia
que majos los tres: el gato, la chica que juega con él y el autor del post.
espero que termine pronto la dieta de Min.. me daba una penilla..
Pero que majetón parece; la verdad es que los animalillos pueden dar mucha vida en un hogar.
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