Va por vosotros, los toros

Día de San Isidro, fiesta en Madrid. De nuevo corridas de toros, de nuevo seis toros verán la muerte rodeados de gente vitoreando. Una fiesta sanguinaria considerada durante demasiado tiempo como una parte de la ¿cultura? española. Hace unos años Barcelona se autoproclamó ciudad antitaurina; hay quien dice que es un mero intento de eliminar señales de identidad españolas, bienvenida sea la eliminación de esta señal de identidad. La plaza de toros de Las Arenas, situada en la Plaza España, está siendo reconstruida para albergar un centro comercial, quizás en no mucho tiempo la Monumental siga el mismo camino.

Desde mi punto de vista, que en el siglo XXI perdure este espectáculo no es más que una tremenda ofensa a la humanidad, la ética de algún dirigente debería decir ¡basta ya! y no permitir la continuación de un espectáculo en el que se maltrata hasta la muerte a un animal, a un ser que siente y padece seguramente como lo haríamos nosotros, y cuya única finalidad es mantener un buen negocio para unos cuantos empresarios sin escrúpulos.
Detesto todo lo que rodea a una corrida de toros, la gente vestida con sus mejores galas y con el cuerpo tan estirado que parece que se caerán de espaldas.
No es que quiera que en uno de estos espectáculos le pase algo grave a un torero, pero como diría aquel, tampoco nadie me puede obligar a desear que siga sano y salvo. Qué cojones, ¿todas las profesiones tienen su riesgo no? El vídeo de aquí abajo así lo atestigua