sábado, 6 de febrero de 2010

Azotea del Holiday Inn, Zocalo capitalino

Más pensamientos deshilachados.

El tiempo es un maldito bastardo, que nadie sabe de donde viene y todo
mundo quiere echarle la zancadilla, detener su paso.

Pero aquí se paró, un ratito. Un tiempecito. El tiempo que se para un
tiempo. El tiempo que separa un tiempo.
¡Eso sí es reducción al absurdo! O al menos, solo absurdo.

2 comentarios:

G Velázquez dijo...

Sí, el tiempo es un maldito bastardo.

Linda foto, linda vista -aunque los volcanes estén al revés, jiji-

daviz dijo...

estos defeños, que lo cambian todo de sitio ;) !