miércoles, 23 de diciembre de 2009

LA HIPOCRESÍA DEL PEDO

Me senté al borde del acantilado buscando la paz e intimidad que no he podido tener en largas semanas en el Rajasthan. Por primera vez me podía sentar sola, sentirme respetada!! nadie que me viniera a abordar a cada minuto. Sentirme libre de movimientos, libre de miradas que me reflejaban en su deseo como una prostituta, en su ignorancia como un peligro, en su pobreza como a la culpable de su miseria, en su opresión como algo que envidiar y al mismo tiempo que despreciar, que culpar por sus insatisfacciones. Mil palabras no podrían describirlo. Así que me puse a seguir a los delfines en su paseo por el mar. El mar tras el polvo del desierto.

Un turista se acercó y se sentó cerca a leer y disfrutar de la brisa. No me gustó que no saludara al pasar. Al cabo de un rato, como la prueba de la tranquilidad que tanta falta me hacía, me hice un pedo la mar de contenta, sonoro pero inodoro. Placentero como es su naturaleza y su razón de ser. Y me sorprendió la manera en que el turista se giró hacía mí y me miró queriendo reflejar mi ordinariez. Se ganó mi antipatía y la amarga tristeza de encontrar a alguien más queriendo reflejar su insatisfacción en mi alivio, sus límites en mi libertad.

Hacerse pedos, cagar, eruptar y toda la escatología existe por más que la gente quiera perfumarse y esconderla. Que parece mentira que en tantos años de evolución!? los pedos de tu vecino sean vistos con malos ojos. Parte de mi liberación y de mi camino a la honestidad es sacar los pedos pa fuera cuando vienen esté quién esté delante. Porque yo no sé los demás, pero yo meo y cago todos los días y no sé porqué tengo que esconderme de ello. Si bien la mierda huele mal hacerla donde las bacterias no afecten a la salud de nadie.

Así que en India puedes cagar y mear en la calle incluso si eres mujer que lo respetan (menos mal) pero no enseñar un hombro o mover las caderas al caminar. Y en Europa y compañía del revés. Donde podré encontrar toda la libertad junta? Reflejos que reflejen vidas con ganas de ser disfrutadas y compartidas. No debería ser tan difícil.

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