lunes, 10 de noviembre de 2008

Los doce cuentos peregrinos

Cincuenta y dos años y pico de soledad después, y ya estaba aburrido. Lo siento, el "culebrón" de los Buendía no era para mi y tuve que desistir de probar suerte con Gabriel García Marquez. Una pena, pensé, después de haber estado leyendo este año mucho autor hispano - quizás atraído por los viajes por estos rumbos americanos- que este grande me aburriera de sobremanera.
Pero ahora he terminado sus Doce Relatos Peregrinos. ¿conocéis esa sensación, cuando os encanta una lectura y os resistís a terminarla, arrastrando página a página, decelerando, saboreando pero recorriendo letra a letra hasta el final, ineluctable y en este caso, magnífico?

Quizás el valor que le atribuyo yo al libro este es subjetivo, por las circunstancias. Como todo, ¿por qué no?. Fue un regalo, un retorno a cambio de Rayuela -digamos-, comprado en el barrio latino de París. Comencé a leerlo ya abordo del vuelo transoceánico, ya llegando a Tejas. Casualidades, en uno de los primeros cuentos, Gabriel toma un vuelo desde Paris cruzando el Atlántico. Y en el último, la preciosa Nena Daconte guía a su marido Billy Sánchez de Ávila por la Avenue du General Leclerc y por Denfert-Rocherau en busca de un hospital en Montparnasse. Y recuerdo esos mismos sitios que pisé en los días atrás, visitando las catacumbas de París y el barrio aledaño al cementerio de Montparnasse.


Seguí leyendo el libro durante todo el viaje, aunque apenas duró, y la verdad que puedo decir que Márquez ha sido lo mejor de Dallas, Tejas.



A Billy Sánchez no le habría alcanzado la vida para descifrar los
enigmas de ese mundo fundado en el talento de la cicatería. Nunca entendió el
misterio de la luz de la escalera, que se apagaba antes de que él llegara a su
piso.

2 comentarios:

Rincón oscuro dijo...

me alegro mucho por tí... siempre es muy grato encontrar un texto que te haga sentir lo que has dicho y que además te haga compañía en un trayecto largo. Y además también me alegro de que sea con palabras de este genial escritor. Ya sabes que tengo "El coronel no tiene quien le escriba",para cuando te quieras volver a dar un hartazgo de literatura hispanoamericano.
¿Vas a seguir con Carlos Fuentes? Últimamente aparece mucho en prensa y se la pone a una los dientes largos para releerle y leer por vez primera su novela más actual.
(A Cora también le van interesando los libros y el periódico pero de momento para arrugar sus hojas y que éstas hagan ruido al pasarlas...)

daviz dijo...

madre mía rinconcito parece que me leiste el pensamiento.
Vengo con tres o cuatro libros del Fuentes. Uno ya leido, son viajes largos. También de relatos, pero por ahora, me sigue gustando más GGM!
besos para mami y para Cora.