El pasado fin de semana durante el día de mi cumpleaños, recibí entre mis regalos un par de entradas para ver a Manu Chao en concierto, el cual se llevo a cabo el pasado sábado 4 de octubre en el Foro Sol de la Ciudad de México.
Ir a verlo no estaba contemplado entre mis planes para el pasado fin de semana. De hecho, ni siquiera estaba enterado de que tocaba en la ciudad. La manera en que hace su música, tomando los ritmos que escucha mi gente y llenándolas de un mensaje de concienciación, son únicas, así que no pude perder la oportunidad de verlo a él y a su grupo mano negra en escena.
La lluvia parecía querer arruinar la noche a sus seguidores en México, que a pesar de ella estuvieron puntuales a la cita. Abrió la noche para ellos la banda mexicana “La maldita vecindad y los hijos del quinto patio” un grupo de mucha trayectoria popular aquí en México, quienes han tocado en el mismo escenario con Manu desde hace bastantes años. Con una frase de Emiliano Zapata -icono de nuestra revolución mexicana- que dice “luchemos por un mundo en que puedan existir muchos mundos”, presentaron a Manu quien con su música prendió los ánimos, y la noche se lleno de alegría, baile, coros y una dosis de locura.
Uno de los momentos más emotivos fue cuando comentó: "Esta noche estoy triste y voy a dedicarle esta canción al hombre que ha provocado eso, al hombre más cruel y despiadado, al mayor terrorista de todo el mundo,... el presidente de Estados Unidos".
Tras esas palabras entono "Politik kills" con la que el público, con manos en alto, se sumó para corear el tema, mientras el músico gritaba "Vamos, México".
Otro de los momentos más emotivos fue cuando el cantante abrió un espacio para que las mujeres de la comunidad de Atenco leyeran un manifiesto y exhortaran al publico para apoyarlas en su lucha.
La desigualdad social en Latinoamérica, la caza de indocumentados en la frontera entre los “iunaited esteits” y México, la lucha zapatista por el reconocimiento de los derechos indigenas, fueron algunas de las causas sociales por las que mostró solidaridad el francesito que tanta simpatía tiene por los pueblos latinoamericanos.
“Sos grande Manu” le gritaba con todas las fuerzas de que fue capaz el argentino que estaba al lado mío. Y con el grito de “ooooeeee ooooeeee ooee ooee manuuuu manuuuu” despedíamos al héroe de la noche, quien tras escuchar el vitoreo regresó tres veces al escenario.
¿Qué horas son allá en España?
Nueve de la noche: Ciudad de México
Jesús