viernes, 12 de marzo de 2010

Se nos fue el paisano Miguel Delibes

La lenta agonía que venía padeciendo Miguel Delibes ha visto su fin a los 89 años, cuando su corazón se cansó de latir.

Ya he escrito alguna vez sobre él en el blog, de forma irremediable y posiblemente infundada sentía cierta cercanía con él, quizás por su libro dedicado, por haber conocido a su nieta, porque una amiga vivía en el piso de abajo en su piso de Valladolid, por haber sido una persona cercana a mi abuelo... El caso es que fue con un libro suyo, "La sombra del ciprés es alargada", cuando me decidí a comprar una libreta roja en la que apunté muchos fragmentos que me impresionaron de ese libro y fui completando posteriormente con otras lecturas. Releyéndolos ahora pienso si es nuestro alrededor lo que nos modela, lo que leemos y aprendemos, o si de forma irracional o racional al final vamos acercándonos a nuestro ideal de vida, de sentimiento, de razón. Hacía mucho que no abría este cuaderno y ha sido una grata experiencia descubrir un cimiento de muchas de las realidades que me encuentro casi en el día a día.

"Hacen falta años para percatarse que el no ser desgraciado es ya lograr bastante felicidad en este mundo."

"Me percaté entonces de que la alegría es un estado del alma y no una cualidad de las cosas; que las cosas en sí mismas no son alegres ni tristes, sino que se limitan a reflejar el tono con que nosotros las envolvemos."

"A ratos parecía que ambos, cielo y mar, se hacían la competencia, discutían sus dimensiones y calidades. Al cabo me daba cuenta de que nunca dos buenos amigos se abrazan tan estrechamente como ellos lo hacían ahora allá en la línea difusa del horizonte."

"En la primera esquina vi cuatro letras tentadoras combinándose para formar el genérico nombre de Café."

"El pesimismo sólo nos deja ver las espinas en los rosales, la muerte en el hombre, la carne en el amor. Alimentados de pesimismo no vivimos la vida, la sufrimos. Todo lo malo de la vida se agiganta para el pesimista, y, además, lo bueno lo hace malo, precisamente porque de todo escoge su fachada negativa."

"Comencé de nuevo a gustar la angustia desoladora de sentirme impar sobre la costra de la Tierra."

Como despedida, esta canción que hacía mucho que no escuchaba y hoy me ha recordado mi compañero de fatigas tecnológicas DrSlump



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