¿que qué me ha sorprendido más? Caminando por esas mismas calles de noche, casi a oscuras, casonas palaciegas como fantasmas sombríos de un pasado esplendoroso, la gente en la calle, todas las puertas abiertas, música de una fiesta, y en el cielo, las estrellas. Desde dentro de las calles de la ciudad vieja se ven, inusitadamente, muchísimas estrellas. Y no son rojas, son blancas.
1 comentario:
qué bonito
y para que sigas tu ruta literaria, te recomendaría que buscaras algo de Carpentier -además las ediciones cubanas son taaaaaan bonitas e inconseguibles en otros lados-, él es maravilloso
saludos =)
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