Rincón me dijo: "cuando vuelvas, escríbeme un correo y me dices qué libros te has comprado". Había salido a despejarme de mi encierro, el "booking" de estos días que me tiene absorto y sin mucho tiempo libre, y me encontré con nuestra familia favorita, que estaban aprovechando una tarde soleada, de las que no hay muchas.
Vaya, Rincón, al final no compré ninguno. Vi un anuncio colgando de una farola sobre una exposión sobre Chillida en el Patio Herreriano y me acerqué a verla. No la recomiendo, un poco simple. Creo que a Chillida hay que verle en su salsa, outdoors, y desde luego encerrado en un sala -sorprendentemente atestada - no luce tanto.
Al salir del museo, compré la peli del Amor en los Tiempos del Cólera. He oido que queda muy por debajo del libro, pero me entraron ganas de verla, y ver así tal vez un poco de Cartagena de Indias por adelantado, hacerme una idea de sus calles, de sus casas, y del aire colonial según lo idealiza el cine. Seguro que es otra impresion la que se recibe in situ, en el Cartagena real, pero ahora me doy cuenta de que ni sé muy bien dónde estoy yendo, ni que facha tiene, cosa que casi me anima mucho más. Fue en parte lo que elegió el destino. Descubrir, descubrir, descubrir. Nuevo, novedad, novel.
La peli debía estar de oferta, debieron echarla el otro dia en la tele, me dijeron en la tienda. De paso, el tipo que me la vendió asumió que era para mi novia, romántico regalo, y me la envolvió con mucho primor y un lacito floripondio. ¡Que curiosa la sique del vendedor! Programados por un calendario...
película "Amor.." + San Valentín = comprador tortolo.
2 comentarios:
un poco tortolo sí que eres, je, je...
vale, la verdad q la peli esta como para que te de colera... pero coincido con lo de tortolo, yo tambien lo soy un poco
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