jueves, 26 de junio de 2008

Etapa II: A los pies del Pedraforca

- Hoy puedes ir por Guardiola de Berguedá y seguir hasta Gósol, a los pies del Pedraforca. El Pedraforca es aquella montaña que tiene dos picos. Esta parte es llana, pero bueno también es bonito. – Perfecto, salen unos 80 kilómetros, está bien para ser el segundo día. Salgo en dirección opuesta al día anterior, hoy empiezo bajando seis kilómetros y temo el momento de subirlo a la vuelta. De camino paso por La Pobla de Lillet, por delante del bar Nuria, ese rincón en el que vi cómo España ganaba a Italia en los cuartos de final de la Eurocopa. Durante esos diez minutos que duraron los lanzamientos de penalty toda la gente que estábamos viendo el partido en el bar nos sentimos unidos, vibrando por una misma causa, poco después cada uno volvería a pensar en sus problemas e inquietudes, que si Catalunya no es España, que si vendo la casa, que si la gasolina cada vez está más cara... pero el fútbol nos unió durante ese breve tiempo. Continúo mi camino, hasta Guardiola es un falso llano, de esos que parece que suben en ambos sentidos. Cojo dirección Gósol, y según avanzan los kilómetros me doy cuenta de que la señora que me cobija no tiene el mismo concepto que yo sobre la palabra "llano/a". Avanzo y avanzo, y no paro de subir durante quince kilómetros, madre mía, otro día de sufrimiento terrenal. Poco a poco lo que no era más que una silueta va transformándose en un relive espectacular, el Pedraforca es una montaña tan diferente al resto que parece que te llama para que te acerques a contemplarla. Paso por un par de pueblos y de nuevo la carretera se pone cuesta arriba, veo una señal que marca dos kilómetros para el final del col de la Trapa, a 1339 metros de altitud y un denivel del 7%, pues vaya con el llano... Pongo el piñón más alto que tengo, no tengo fuerzas para mucho más, corono el puerto, no me atrevo a bajarlo en el mismo sentido porque luego me tocaría subirlo de vuelta, queda pendiente la vista a Gósol para otra ocasión. Vuelvo por el mismo camino, parándome a sacar fotos increíbles de un paisaje espectacular. Qué bonito es el Parque Natural del Cadí... El cansancio va haciendo mella en mis reservas, llego a La Pobla de Lillet y me paro a refrescarme hasta la saciedad, quedan seis kilómetros, pero va a tocar lucharlos. Lo conseguí, pero casi tengo que poner pie a tierra. Pero no, al menos esta vez no... Segundo día de disfrute de este bello deporte, utilizando la definición de Sabina sobre Madrid, "insufrible pero insustituible".

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Well, all I can say is. Im hungry.

Romulo dijo...

Ojalá surja el momento en que podamos conocer Gósol pedalenado a la vez, aunque con el ritmo que te estás poniendo quizá no en paralelo.

Como diría un amigo mío, salud y pedal