martes, 12 de febrero de 2013

Carnizal

Estoy viendo el carnaval carioca en la red Globo y me estoy poniendo malo.
Que despilfarro, discutía esto con cariocas y baianos, y sigo poniendome enfermo. En Rio, el carnaval mas famoso del mundo es un evento privado en un estadio con forma alargada llamado "la avenida", "marques de sapucai", o como lo conocen mejor los turistas, el sambodromo. Las entradas cuestan de 80 reales a 2000 reales para ver a las escuelas de samba desfilar. Las escuelas, que yo sepa, son agregaciones de las favelas y suburbios, inicialmente financiadas por los narcos, hoy en día debe ser La cerveza, los bancos, la tv, las telefónicas. Los patrocinadores gastan millones de reales en las fantasías de las escuelas para que el miércoles de ceniza el sambista vuelva a nadar en los problemas de alcantarillado, recogida de basura, luz, y demás de su favela o suburbio. Me parece fantástico. Y ya no es la indolencia del carioca sino su defensa a muerte de semejante señal de desigualdad. Y encima tienen que pagar para desfilar. Bailad, insensatos, bailad. Bailad mientras roban vuestros recursos, mientras vuestros hijos no son educados y mientras vuestras no-ciudades siguen siendo un basurero. Bailad para continuar en la miseria.

En Salvador el enfoque es diferente pero indignante igualmente. El carnaval allí es popular y abierto, es un desfile de unos veinte artistas famosos que cantan subidos en escenarios móviles, camiones conocidos como tríos eléctricos. Ahí lo que pasa es que hay clases. El populacho sigue la masa de camiones, amontonados; los que pagan y tienen pasta pueden entrar en el cerco protegido de un camión, o bien estar al salvo en un camarote. Los camarotes son naves gigantes con vistas al desfile de artistas que se construyen expresamente para el carnaval. Y algunos son tan lujosos que cuestan millones de reales. El resto del año en la Barra Avenida de Salvador hay casas cayendose, pero en las semanas previas al carnaval se construyen estos camarotes efímeros que luego se desmontan y no dejan nada atrás. Nada para el pueblo. Según el baiano esto genera empleo y mueve la economía. Claro, mueve empleo a 600 reales el mes, que yo llamo "emprego escravagista" y lo que movimienta es la economía de los mismos tres de siempre. Y mientras, baianos, pagad con vuestros impuestos el fiestaje y su limpieza mientras seguimos con la construcción de una sola línea de metro que dura ya diez años, un centro historico en la ciudad baja cayendose literalmente a pedazos, etcétera etcétera.

Y mañana empieza la Cuaresma. La cuesta de marzo debe ser imperdonable.

1 comentario:

Rincón oscuro dijo...

no olvides que aquí el populacho va al fútbol, gastando también un dineral no sólo en las entradas o abonos sino también en la ropa y demás banalidades con los logos de los clubes...perdonando lo que se debe a la hacienda pública y desconociendo todo el "negocieo" que hay detrás.
En fin, cada país con su idiosincrasia idiota.