He terminado la hibernación. He dejado de ser un dragón, pues consentí que me arrancaran las alas y ya no me queda fuego que escupir.
Ahora me arrastro por el suelo como el animal que toca, mostrando el peor temperamento para encubrir la parte vulnerable.
1 comentario:
Paz y amor! (Y un gran achuchon)
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