sábado, 18 de septiembre de 2010

Morlocks

Y es en este momento de la historia cuando comienzo a darme cuenta de que todos los predios de las alamedas y ruas aledañas a Paulista, buenos barrios, están verjadas, con una caseta de vigilante. A veces tienen una, dos o incluso tres puertas verjadas para acceder al condominio, y son de hierro terminado en picos o en alambre de espino.
Cuando oscurece la ciudad se vuelve más peligrosa, pues es de noche cuando salen los morlocks de sus guaridas, de la tierra, de sus agujeros, la noche les pertenece. A veces caen como sombras sobre los descuidados eloi. Ya oí de algunos accidentes así, más o menos graves, por descuido, por caminar por calles oscuras, o simplemente, porque así acontece, así es.
A esas horas, los eloi deben permanecer en sus casas a salvo, y sólo esperar a la luz del día vuelva a colocar al mundo en su lugar tranquilo, fuera de los peligros de la noche.
Y todo esto ocurre por haber dejado, haber querido, escindir la raza en dos, los que tienen y los que no.

1 comentario:

malabarista infernal dijo...

"Y todo ocurre por haber dejado, haber querido, escindir la razo en dos, los que tienen y los que no".......
qué gran verdad....