domingo, 9 de junio de 2013

Estaba en la puerta de la delegacia de policia. La mujer, más bien una menina, una madre joven del morro, tuvo que soltar al niño, bajarlo de su regazo para poder quitarse el cigarro de la boca y exhalar el humo y dar otra calada, sin soltar la mano del chiquillo.

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