martes, 14 de diciembre de 2010

Ayer, nadando, me vino este pensamiento repentino.
¿qué hago en una piscina en San Paulo cuando mis familias se están rompiendo en todos los lugares?
Hora de que sople el viento del norte.

1 comentario:

malabarista infernal dijo...

A veces podemos hacer poco, estando aquí o allá....
Un abrazo enorme brother