viernes, 8 de octubre de 2010

Cinco meses (II)

Está lloviendo en Sampa. Ultimamente llueve mucho, al anochecer. El aire se queda mojado. A veces llueve hacia abajo, a veces llueve hacia arriba, la garúa paulistana, así le dicen a esa lluvia que parece suspendida en el aire. Si tuviera que encontrar la belleza de esta ciudad, tendría que reunir muchos fragmentos sueltos, coserlos juntos. No hay una belleza evidente en sus ruas, no hay un centro histórico, un barrio bonito. ¿Qué sería Sampa, entonces? Sería una pizza perfecta, la esquina de un bar donde tocan en vivo, sería la fruta de la capiriña, Ibirapuera, el lago, el MASP rojo, los skaters atravesando el hormigon liso de la Paulista, tirándose contra los muretes de los jardincitos en Caixa.  El hormigón ondulante de Niemeyer, el café de Conjunto Nacional, la Livraria Cultura, las antenas nocturas. Sería el sushi "a vontade", sería tener "saudade". La voz de Caetano y la letra de Amado.
Llevo ya casi cinco meses aquí, y aún tengo la sensación de estar recién llegado, debería estar yéndome ya, y aun sigo pensando que no estoy exprimiendo suficientemente esta ciudad. ¿Será por comparación inevitable con los otros cinco meses?   

2 comentarios:

Rincón oscuro dijo...

5 meses no son nada, ni 6, ni 7...

daviz dijo...

Visto así no es tanto, no
aun estoy a tiempo!