"El político corrupto que cobra comisiones antes de recalificar un terreno y conceder una licencia, ¿a quién está dañando? No, desde luego, al concesionario de la licencia, que espera sacar de la concesión una tajada mucho mayor que la comisión que el político corrupto se lleva bajo cuerda; y tampoco a quienes luego vayan a comprarse un piso en la urbanización que el concesionario construya sobre los terrenos recalificados, que habrán de hacerlo necesariamente al precio de mercado(precio que, desde luego, no variará porque el político deje de cobrar comisión). Tal vez la disciplina ética del político corrupto pueda calificarse de «relajada»; pero, desde un punto de vista meramente pragmático, no puede afirmarse que esté causando un daño tangible a nadie. Tampoco lo causa quien, en lugar de ingresar sus ahorros en una cuenta bancaria que, al cabo del año, le rinda unos intereses magros, los invierte en brumosas operaciones financieras que se los devuelven multiplicados por cuatro."
Artículo completo en XL Semanal
2 comentarios:
no me molesto en leer a este individuo. Siempre tan prepotente, pedante y pedazo tonto del haba...
mi voto para Rincón :-)
Publicar un comentario