lunes, 12 de octubre de 2009

La silla azul

Hasta los dieciocho años corrí en bicicleta. Una de las modalidades era en velódromo. En el velódromo tienes que competir con una bicicleta que no tiene marchas, que no tiene frenos y que tiene piñón fijo, es decir, no puedes dejar de dar pedales. Cuando vas sólo no hay mayor problema, pero cuando compites con gente alrededor o cuando entrenas en grupo es necesario tener un sexto sentido, buscar la forma más fácil de escapar ante una posible caída, con la única ayuda de la destreza, no hay frenos.
Creo que eso me llevó a tratar de buscar una posible ruta alternativa.

Cuando vas en coche también es posible que suceda algo anormal, un accidente, un cambio brusco de dirección... y es necesario tener una vía de escape.
Recuerdo aquella época de "me gusta esta chica, pero también esta otra por si la primera falla, y esa otra por si falla la segunda"... una vía de escape.
Recuerdo que trabajando en Valladolid estuve haciendo entrevistas para moverme a Madrid, Ávila, estudiar oposiciones de la JCyL... hasta el traslado a Barcelona.

De repente comencé a trabajar en una empresa estable, con un gran número de trabajadores, y en la que es posible que "nunca pase nada", la tranquilidad asegurada, y eso relaja. De repente la silla azul te posee, y si te descuidas bajas los brazos y te dejar llevar por la corriente, sin buscar la ruta alternativa, sin saber realmente lo que quieres.

Hasta que dices Basta!, piensas que "I want to do more", creas una aplicación para Twitter que llamas "MaToBaTrois", piensas que puedes conquistar el mundo y echas a volar tu imaginación sobre dónde estarás dentro de un año.

4 comentarios:

daviz dijo...

y donde dice tu imaginación que estarás dentro de un año?

Unknown dijo...

la imaginación, que para eso la tenemos, para imaginar, me dice que no estaré en mi silla azul, aunque quién sabe si no estaré en la tuya jajajaja.

Raúl dijo...

Llevo en la silla azul bastante tiempo. Mi imaginación me lleva a muchos, pero todos los días regreso a la silla. Como me decía tu primo el viernes: "Eres tu mayor enemigo".

Unknown dijo...

pues venga Raúl... hay que esperar y buscar ese día de "levántate y anda"