Estas son las baianas-del-acarajé, retales coloridos venidos de Salvador, a la playa de Copacabana.
Ahora que iré de nuevo a Salvador, después de tanto tiempo, me pregunto si la magia que veía en esa ciudad aun seguirá ahí, o se quedó atrás, "allí", en mi cabeza, y no en la propia ciudad, en los "becos" del Pelourinho, en las aguas plateadas de la bahia, o en el farol de Barra.
Tiempo, lugar y contexto, las cosas solo se ven una vez por la primera vez.
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