martes, 29 de abril de 2014

El pensador del karma de la esquina que no hubo

Quería poder hacer alguna reflexión sobre la vida sin causarme un dolor de cabeza.
Venía pensando en esto y en la piedra portuguesa. Es lo que me ocurre cuando voy pensando, que tiendo a mirar al suelo. En eso y en el fresco agradable, casi frío, que hace en esta noche estrellada, un frío casi de montaña. En las esquinas de las días de Río no encuentro el karma ni el pensador del karma con que con cierta facilidad me topaba en Valladolid, no en cada esquina, apenas en las de las plazas redondas como la de Toros. Creo que por un lado es un alivio, la cabeza transita por zonas más bajas del pensamiento, de ahí quizás lo de la piedra portuguesa. Pero por otro lado, es más aburrido. La vida sana a veces aburre, sin una buena discusión geopolítica de las que no van a ninguna parte, y en la que todo el mundo sabe gobernar un país o dos, o una charla sobre filosofía auto inmune impartida por Otro Charlatán Más. En el telediario sólo hablan de cosas, que más que deprimentes son desalentadoras, sobre este país y su rumbo frustrado.
Creo que esta noche veré el circo, por lo menos me reiré un rato. A veces el título del libro es más interesante que el contenido.

1 comentario:

malabarista infernal dijo...

discusiones geopolíticas que no van a ninguna parte, filosofía autoinmune de charlatán... a veces solo calor humano ;-), abrazo hermano