Pues si. Estuve en Florencia y no fui a ver el "David". Ya ves, me agobian las colas, las muchedumbres y las avalanchas de turistas. Preferí dedicar las pocas horas en la ciudad para pasear, para ver los edificios, mirar aquí, allá, sentarme ora aquí, ora allá, oler el magnífico ambiente hiperrenacentista. Sin mucha prisa. Después en Roma, sentado en la escalinata de España me di cuenta de una cosa. Debe haber otra forma de viajar de otra forma, sin tener que visitarlo todo, incluso a sitios turísticos, sin el agobio de los cientos de vendedores de cosas inservibles, y la banalización que a veces trae el turismo de masas.
En Florencia no se si tuve suerte o es dejadez. No reserve ningún billete de tren, llegue a la estación y cogí el primer tren que salía, en minutos. ¡Bien! Estaban a punto de cerrar la Gallería degli Ufizzi, no había cola y estaba vacía. En media hora da para flipar con los tres cuadros del libro de texto de historia de segundo de BUP, y las vistas de los puentes sobre el Arno. A la tarde no atravesé el Ponte Vecchio porque me daba pereza con todo el jaleo de las joyerías colgadas aún abiertas, pero por la noche estaba tranquilo y había concierto de rua.
Y por ahí va la cosa.
Sigo con mi idea de hacer el giro de Italia en coche, pero ese será un gran viaje, sin prisa, sin planes y necesariamente "a dos".
2 comentarios:
Muy bien tío!
"Quien no aprecia los placeres de la vida no los merece." (Da Vinci)
Muy bien tío!
"Quien no aprecia los placeres de la vida no los merece." (Da Vinci)
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