Creo que existen pocos lugares como este. Hace un día espléndido. Sol después de un día de lluvia, pero sopla un viento fresco que no deja que el día de caliente. Recuerda un día de primavera en la sierra. El agua del Fuerte de Copacana esta increíblemente verde y transparente, como el cielo, que deja ver nítidamente los relieves del Pan de Azúcar, hasta las sombras de la floresta que trepa por los morros. Sin nubes enredándose, lo que no es común. Es una vista panorámica perfecta de postal.
Mientras, estaba pensando que debe ser muy divertido estar en el agua, como ellos. No hace falta ser surfista profesional para aprovechar las olas. Hay un montón de gente en el mar un día como hoy, con tablas de surf tradicional, con stand-up y con otra cosa que no me habia fijado hasta hoy: una tabla pequeña, unas aletas y simplemente dejarse llevar por las olas sin acrobacias ni grandes destrezas. Me están entrando unas ganas salvajes de darme un chapuzón.
Creo que en esta semana de vacaciones me he bañado más en Río que en dos años juntos. Ya era hora.
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