Hallazgo de Rio número 4: la Belle Epoque. O lo que queda de ella. Después de darse un baño en la playa viendo las increíbles montañas y "pedras" de la bahía de Guanabara y tomar un agua de coco de chiringuito, nada como pasar del tropicalismo diurno a un plan al estilo Opera de París. El Theatro Municipal de Río fue una de las grandes sorpresas del año pasado. Y en un país caro, inflacionario como este, creo que sólo los zumos de fruta tropical y las grandes obras clásicas del Theatro son baratas, prácticamente el mismo precio, el litro a 10 reales. Eso si, desde las alturas de la galería. Que por otro lado, impresionan por el porte del monumento.
Al final no pude viajar, maldita sea, pero ya de quedarme y aprovechar a tope Rio, tuve la gran suerte de que esta semana estuviera llena de funciones: la orquesta municipal, el violinista Joshua Bell, y Carmina Burana versión ballet. ¡O Fortuna!
La verdad no conozco nada de esto pero es una maravilla poder sentarse en un teatro como este y ver o escuchar en la semi oscuridad. Mi cabeza se desconecta y siempre vuela por lugares agradables recuerdos imágenes pensamientos imaginación nada todo
No hay comentarios:
Publicar un comentario