lunes, 4 de marzo de 2013

Regreso a Reforma

Tengo una leve sensación de pérdida caminando, una vez más, por los pasillos y terrazas de este hotel, uno de los más lujosos, o clásicos, en los que recuerdo haber estado. Y sólo estuve una vez, en 2008, cuando comenzó mi gran andadura. Hasta soñé con el en aquella extraña historia sobre un aerostático partiendo de Liechtenstein. Siempre imaginé un sitio así como punto de partida para una gran aventura a lo verniano, el sitio donde se piensa y planea el siguiente paso, tal vez una exploración arqueológica o una expedición por la jungla. Así lo imagine en mi cabeza, no ocurrió exactamente así pero mi cabeza lo interpola con le viaje a Chiapas y aquella avioneta estrellada en la ciudad solitaria de los frescos maya. O en la cascada, solitaria también, con las luciérnagas brillando. Una maravilla tras otra. Y hoy recuerdo alguna de aquellas sensaciones. Hubo muchas noches magicas. Me da lástima no ser ya la misma persona.

2 comentarios:

Rincón oscuro dijo...

yo también siento a veces nostalgia por aquella que fui, pero si me miro por dentro despacio acabo dándome cuenta de que haber ganado en algunas cosas compensa la pérdida de otras, esas que vamos dejando en cada paso que damos, en cada relación en la que nos implicamos, en cada viaje, en cada cambio de estación...
Un abrazo desde el páramo.

malabarista infernal dijo...

es lindo amar lo que fuimos, pero más aún dar oportunidades a lo que somos y a lo que podemos ser, todos guardamos grandes sorpresas en nuestro interior, durante toda la vida.... abrazos chicos, os echo de menos