Increíble. Mejor dicho: creíble y previsible.
Está entrando el verano en Brasil y comienzan a colgar los adornos de Navidad en la Paulista. No sé si se me hace anacrónico o incongruente. Por si acaso, mejor voy mirando para otro lado. Lo peor es que voy a tener vacaciones de verano y de Navidad todo junto.
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